Ana Mercedes Rueda, escritora y angelóloga, nos comparte esta bella ceremonia angelical para los siguientes días.
Por:
Ana Mercedes Rueda
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La Semana Santa es el tiempo de mayor significado para los cristianos de todo el mundo. En esos días se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Dicha celebración se ha venido realizando desde tiempos antiguos, teniendo referencia del Siglo IV.
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En el Concilio de Nicea en el año 325 que se llegó a la conclusión de que la Pascua de Resurrección fuese celebrada siempre en domingo, entre otras normas. Sin embargo, fue hasta el año 525 cuando se logró unificar totalmente la fecha para la celebración de la pascua cristiana.
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La Biblia muestra en varios apartados la presencia de los ángeles durante la vida de Jesús: Lucas 1, 26-33; Mateo 4, 11; Lucas 22, 39-43; y Mateo 28, 2-7, son solo algunos de ellos.
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Estos días son especialmente propicios para la reflexión y la transformación. A continuación te comparto unos pasos que puedes practicar con la ayuda de tus ángeles para sembrar en ti esa semilla del cambio positivo:
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1. Toma lápiz y papel y busca un espacio en donde puedas estar concentrado sin que te interrumpan.
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2. Ten una Biblia junto a ti. Si no la tienes en físico, existen muchos sitios web donde la puedes encontrar.
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3. Siéntate cómodo, con la espalda recta. Poco a poco ve cerrando tus ojos mientras respiras lentamente para que te sientas más suelto y relajado.
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4. Da gracias a Dios por ese momento que vives y pídele que a través de su Espíritu Santo, sus ángeles y arcángeles, te ayude a reconocer de manera clara y precisa qué desea Él que tú entregues y des a los demás, (como una forma de reconocimiento de cómo Jesús entregó su vida por nosotros).
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5. Toma la Biblia y ábrela en Proverbios. Lee el versículo 25 del capítulo 11 en voz alta y también mentalmente.
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6. Deja unos segundos o un minuto para recibir cualquier señal o respuesta y anótala. No dudes de lo que recibas. Escríbelo.
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7. Luego, pídele que te ayude a identificar también con claridad y precisión a qué le debes decir adiós pues te está impidiendo evolucionar/crecer/tener paz interior. Esto puede ser un defecto que tengas, algo material a lo que estás apegado y no has querido soltar, o incluso una persona que sabes no te conviene pero tampoco has querido dejar ir.
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8. Toma la Biblia y ábrela en Romanos. Lee el versículo 2 del capítulo 12 en voz alta y también mentalmente.
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9. Nuevamente deja pasar unos segundos o un minuto y escribe cualquier señal o percepción que tengas.
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10. No solo en Semana Santa sino también de aquí en adelante, puedes (y te conviene) seguir trabajando en esos dos aspectos, la generosidad y la transformación. Si sientes que estás volviendo a caer en hábitos negativos contrarios a ellos, repite mental y verbalmente los versículos que correspondan. Hazlo diariamente y con constancia y verás hermosos resultados.
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Ana Mercedes Rueda es la autora de los libros “¿Por Qué Pido y no Recibo?”, “El Cielo te Habla” y “¿Por Qué No Fluye el Amor en mi Vida?”. www.mensajedeangeles.com. @anamercedesrueda.