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Cómo usar los colores según el feng shui para un mejor bienestar
Sigue estas recomendaciones del feng shui para decorar tu casa al máximo y mejorar tu ánimo.
A la hora de decorar y pintar nuestra casa una cuestión básica es elegir qué color usar para cada habitación. El feng shui nos puede ayudar mucho, pero también todo depende de la personalidad de la persona, ya que no todos reaccionamos de la misma manera ante un color.
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Es importante recordar que un color puede afectar a dos personas de maneras contrastantes, según su personalidad y criterios. Pero el feng shui, el ancestral sistema filosófico de estética y armonía, presta especial atención a cómo los diseños, colores y formas pueden influir en las personas.
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A la hora de decorar un cuarto, el feng shui centra sus criterios a encontrar la mejor manera de atraer energía positiva a cada estancia de la casa, tomando en cuenta las necesidades y personalidades de sus habitantes. Acá te contaremos cómo los colores se relacionan con los elementos y qué brindan al hogar.
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Hay que tomar en cuenta también que cambiar el color de las paredes es un paso muy grande y cambiará todo el ambiente. Si quieres empezar poco a poco, muchas veces bastará con hacer pequeñitos cambios en la decoración, como con los cojines, tapetes, cuadros, lámparas, nuevos textiles u otros elementos en el cuarto.
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Pero cambiar los colores en tu casa es probablemente la forma más sencilla de mejorar el ambiente y convertirla en un lugar más positivo y alegre. Estos son algunos de los colores principales y lo que significan de acuerdo al feng shui.
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El azul está relacionado con el elemento del agua. Las tonalidades azules aportan tranquilidad, frescura y sensación de paz a tus espacios, además de crear un gran equilibrio y armonía.
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El azul tiende a hacer que los ambientes se perciban más grandes y frescos. Es un color sedante, y así favorece la tranquilidad, concentración y el descanso. Además, dicen que puede contribuir a reducir el apetito.
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El azul, además de tranquilidad, es símbolo de sabiduría y paz. Puedes decorar dormitorios y baños, sobre todo los de los niños, para transmitir mucha calma y serenidad.
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Otros tonos de azul como turquesas u otros más en tonos acercándose al gris también son del elemento agua, y enfatizarán la calma y sentimiento de introspección, relajación y armonía.
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El negro, que también evoca al elemento del agua, absorbe toda la luz que recibe y se asocia con la riqueza y abundancia. Utilizado bien, evocará un aire de misterio, profundidad, sensualidad y sofisticación al cuarto.
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No obstante, se recomienda usar el negro en moderación, y reservarlo solamente para pequeños toques y detalles de decoración ya que puede imprimirle al espacio una energía demasiado brusca e imponente.
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Para el elemento fuego, recurrimos a los tonos amarillos, rojos, naranjas, ocres... son tonos de gran alcance que atraen grandes cantidades de energía positiva a tu hogar.
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El amarillo atrae mucha buena vibra y felicidad, pues es el color de la calidez y amabilidad. Pero también ten cuidado y úsalo con moderación, siempre mezclado con blancos, porque demasiado amarillo puede afectar tu salud y energía.
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Las tonalidades amarillas, sobre todo ligeras, son ideales para atraer la alegría y bienestar, y son estupendas tanto para las paredes de la cocina o el comedor, donde se reúna la gente a comer, así como el dormitorio de los niños.
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El rojo se asocia con el fuego y simboliza pasión, fuerza, intensidad... Es un color muy poderoso que atrae la energía, sobre todo dirigida a algo en específico, así que contrasta mucho con otros tonos como el negro.
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Las paredes pintadas de rojo recrean un estado de ánimo que proporciona una sensación de acogimiento y bienestar. Además, resaltan el mobiliario de colores neutros, como el blanco.
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Tampoco hay que abusar con el rojo porque puede ser demasiado abrumador. Pequeños detalles en rojo, como cojines, una lámpara o velas pueden ayudar a gente triste o deprimida porque así les resalta la buena vibra y energía positiva.
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Tonos de tierra, como el café o el marrón, se asocian con el elemento de la tierra, y según el feng shui, ayudan a reforzar las relaciones personales y adquirir mayor estabilidad. Generan sensaciones de seguridad y comodidad.
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El naranja es el color de la creatividad, para inspirarte y concentrarte. Te brindará una sensación de calidez, fraternidad y concentración.
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Los colores morados, violetas o púrpuras también son relacionados con el elemento de fuego. Expresan exclusividad y autoridad y además se asocian a la templanza, espiritualidad y la lucidez.
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El color rosa tiene un poderoso efecto relajante. Representa inocencia, ternura, romanticismo y algo de ingenuidad. Perfecta para lugares donde buscas estar tranquilo, como una sala, el baño o la habitación de un bebé.
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Los verdes están relacionados con el elemento de la madera y evocan inmediatamente a la naturaleza.
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Los tonos verdes tienden a relajarnos, concentrarnos y descansar la vista, así que son perfectos para lugares donde debemos generar ideas nuevas y creativas. Por ejemplo, para un estudio o una oficina.
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El verde expresa también esperanza y vitalidad, por lo que podemos usarlo para pintar las paredes de la sala o mejor aún, las habitaciones de los hijos.
ShutterstockFinalmente, tenemos el blanco. El color de la pureza es ideal para transmitir neutralidad y limpieza. Está relacionada con el elemento de metal. Colores y tonos metálicos como el plateado o hasta el gris también entran dentro de estas características.
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El blanco es discreto y universal. Siempre se asocia a algo positivo, puro e inocente; hará más serio el ambiente y favorecerá la concentración y el estudio.
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Sin embargo, debes olvidarte de tener todo en blanco pues necesitarás algunos toques de otros colores para atraer la energía y las emociones positivas a tu casa. Por eso apóyate con las ideas de esta galería para contrastar con mejores tonos.
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Una regla básica del feng shui es buscar el equilibrio entre cada espacio. No satures nada y deja que tu propia energía y personalidad te vaya dirigiendo hacia qué esperas de cada rincón de tu hogar. ¡A usar colores!
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