Ángeles
¿Cómo saber si un espíritu es bueno o malo?
La especialista en ángeles, Ana Mercedes Rueda nos explica cómo poder distinguir si un espíritu tiene buenas o malas intenciones con nosotros.
Por:
Ana Mercedes Rueda.
Existen muchas creencias alrededor del mundo sobre qué pasa con las personas después de su muerte y a dónde van todos aquellos que ya no están con nosotros en este mundo físico.
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Entre estas creencias está la de que estas personas existen en otra dimensión desconocida para nosotros, o que están en el cielo, (o el infierno según sea el caso), y esto ha dado pie a nombrar a estos contactos como fantasmas o seres “del más allá”, espíritus del otro mundo, almas en pena y apariciones sobrehumanas, cuya existencia siempre ha acompañado a la historia del hombre.
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Se piensa que estas ideas surgieron desde tiempos remotos, al haber contactos inexplicables con entes o energías que no podían ser vistas físicamente en este mundo.
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Otro de los misterios que acompaña a este tema, radica en si estos fantasmas tienen la capacidad de poseer energías “buenas” o “malas”, o sólo buscan transmitir un simple mensaje a su ser querido, dar instrucciones sobre las cosas que está haciendo mal cierta persona, advertir posibles problemas, entre otras cosas.
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¿Cómo saber si el fantasma o la presencia que siento o veo es “buena” o “mala”?
En entrevista con Ana Mercedes Rueda, autora del libro
¿Por qué no fluye el amor en mi vida? y especialista en temas de ángeles, menciona que muchas veces al percatarnos de que existe una presencia ante nosotros que no podemos explicar, es lógico y totalmente normal sentir miedo puesto que estamos frente a algo desconocido.
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Esto no quiere decir que por sentir este “miedo”, se trate de que el espíritu sea “malo”. Sin embargo, cuando ésta presencia se convierte en algo que te paraliza, que se manifiesta como “una fuerza que tiene una mala intención, en dónde te das cuenta de que te puede pasar algo malo, una mala vibra, o una alerta de cuidado”, ese tipo de reacciones, son los indicadores de que la energía que se nos presenta no proviene de la luz.
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Se trata de algo a lo que muchos le llamamos “sexto sentido”, el cual aparece instintivamente y nos puede indicar que se trata de una “energía negativa, o una energía que no tiene luz”. La respuesta se encuentra en saber diferenciar qué tipo de miedo sentimos ante la presencia de esta energía.
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¿Por qué se me presenta esta aparición? ¿Qué es lo que busca?
La respuesta a esto no se puede dar de manera particular puesto que cada situación y cada presencia es diferente. Ana Mercedes Rueda coincide en que, en la mayoría de los casos, estos espíritus se nos presentan “para darnos a entender que están bien, para que esa persona sepa que se encuentra en paz, que está en la luz, a grandes rasgos para ayudar a esa persona en su proceso de sanación”.
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Por lo general, estas energías se presentan para dar un mensaje de alivio, para cerrar ciclos ante algún tema pendiente que quedó entre los que ya no están y los que se quedaron. “Estas manifestaciones en su mayoría se dan para encontrar la paz entre ambas partes.”
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Ana Mercedes nos explica, que cuando se tiene la capacidad de ver, sentir, escuchar o estar frente a la presencia de alguna energía de una persona que ya no está con nosotros, se debe a que esta persona tiene “un canal abierto que le permite percibir energías que están en el plano astral y espiritual”.
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No todo el mundo lo puede percibir porque no tiene este canal abierto, aunque puede suceder que, en otros casos, existan personas que tienen “una misión, o una tarea con esas experiencias, o bien puede que Dios quiere que reciban un mensaje que pueda ayudarlas en un proceso de sanación”, es decir que tengan la función de ser ese canal entre un mensaje que está enviando Dios a través de este espíritu.
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¿Cómo puedo abrir el canal para comunicarme con el espíritu de una persona?
La especialista en ángeles, comenta que existen diversas estrategias en las que todos podemos ser capaces de abrir un canal de comunicación con estos seres de luz.
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Una de ellas, radica en la “desconexión” del mundo en el que vivimos actualmente, plagado de aparatos tecnológicos que no nos permiten estar de manera consciente y establecer contacto con el plano espiritual.
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Este proceso de desconexión, se puede dar a través de “meditar, concentrarse, hacer oración o simplemente interiorizar con nosotros mismos”, pues en palabras de nuestra experta, “de esta manera se facilita recibir información”.
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“La clave está en la constancia, en buscar espacios y momentos en los que practiquemos esto de manera regular. Destinar 5 o 10 minutos diarios a esto, y pedirle a Dios que nos ayude a percibir y entender este mensaje que queremos recibir”.
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