Seguramente, el teléfono con el largo cable enrollado te remita más a Los Picapiedra que a tu vida actual.
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En poco tiempo, las cosas han cambiado mucho. Tanto, que quizás haya hábitos que casi ni recuerdes. Checa esta lista y cuéntanos: ¿te dio un poquito de nostalgia?
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Escribir a mano. Matt Eventoff, especialista en comunicación y dueño de Princeton Public Speaking, nos señaló en una entrevista que, la mayoría de las personas hemos olvidado, en el último tiempo, el arte de escribir a mano.
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Las nuevas generaciones no tienen la menor idea de cómo enviar un correo no-electrónico. Una lástima porque, tal como subraya Eventoff, nada como encontrar en el buzón una carta escrita con tinta, con estampilla y todo.
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Hacer una nota de agradecimiento. Según este mismo especialista, es otra cosa que definitivamente los jóvenes no tienen en cuenta, aun cuando luego de una entrevista de trabajo o después de una cena podría ser invaluable.
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Cargar con pesados libros. Apuesto a que ya ni recuerdas la última vez que saliste de tu casa con un libro gruesísimo entre tus brazos, para leer en la sala de espera del dentista o en el autobús. Los e-readers se han convertido en grandes aliados (¡de nuestra espalda!).
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Leer un mapa. Desde el desembarco de Google Maps y el GPS, difícilmente salimos de casa con un mapa plegable, que hoy nos resulta casi imposible descifrar.
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Leer el periódico. Eventoff asegura que esta es una de las cosas que más han cambiado en el último tiempo.
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No sólo porque leemos noticias online, sino también porque nos enteramos lo que sucede en Twitter o Facebook. ¿Te imaginas tener que esperar hasta la mañana siguiente para saber qué pasó?
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Memorizar un número de teléfono. Puede que sepas el de tu madre, el de tu novio y el de tu mejor amiga. ¡Pero seguro que de pequeña conocías de memoria muchísimos más!
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Utilizar un teléfono fijo. Según Eventoff, esta es otra de las costumbres que más han mutado.
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Y no sólo dejamos de hablar con un teléfono fijo, sino con uno inalámbrico… mejor dicho, ya casi no hablamos por teléfono.
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¿Para qué llamar cuando podemos chatear?
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Enviar un fax. Si tienes menos de 35 años, probablemente no tengas ni idea de cómo se hace. De acuerdo con el especialista que entrevistamos, este es uno de los hábitos perdidos que varias generaciones ni siquiera llegaron a conocer.
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Usar un teléfono público. Ya prácticamente desapareció la necesidad de recurrir a ellos, y es probable que la próxima vez que veas uno ¡haya alguien al lado sacándose una foto con esta “reliquia”!
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Se gana y se pierde. Con el paso del tiempo, hemos perdido muchas costumbres, pero también ganamos otras tantísimas nuevas. Y aunque quizás algunos procesos se hayan optimizado, podría ser interesante retomar esa vieja práctica que, en el fondo, extrañamos un poquito.