Cuando mi amiga Valeria me llamó quejándose porque no tenía más espacio en el clóset para guardar toda su ropa, le propuse realizar una fiesta de intercambio (swap party), para despejarlo un poco y, por supuesto, ¡renovar su guardarropa sin gastar dinero! ¿Te animas a organizar la tuya?
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Es una propuesta verde. Además de lo tentador que es conseguir prendas sin tener que pasar horas en las tiendas y, sobre todo, sin tocar el bolsillo, el intercambio de ropa es una gran forma de cuidar el medio ambiente, reutilizando lo que ya tenemos. Este factor nos terminó de convencer.
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¿A quién invitar? Eso fue lo primero que nos preguntamos. Dado que íbamos a realizar el evento en la sala de mi casa, decidimos limitarlo a nuestras amigas, que a su vez podían invitar a otras mujeres, siempre que las conocieran. Armamos un grupo cerrado en Facebook para avisarles.
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Algunas reglas. Valeria leyó en el sitio sobre finanzas Money Crashers, que es importante establecer cuánta ropa debe llevar cada persona. Decidimos que cada una debía entregar como mínimo 10 prendas, entre las que podía haber algunos accesorios.
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¡Solo ropa en buen estado! Otra regla que tomamos del mismo sitio fue que las prendas debían estar limpias y en buen estado, nada de botones faltantes o roturas. Aclaramos todo esto en la invitación, para que no hubiera confusiones.
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Algo para comer. Tanto a Valeria como a mí nos encanta la comida, por lo que la fiesta nos pareció una oportunidad divertida para las que quisieran llevaran algún snack para compartir. Para nuestra sorpresa, la mayoría de las mujeres llegó con algo para comer. ¡Hasta hubo un pastel!
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Suministros preparados. Leyendo Get Rich Slowly, sitio sobre finanzas, encontré un tip muy útil: tener listos algunos plumones y cinta protectora para hacer etiquetas. Pedimos a todas las chicas que llevaran sus propias bolsas, para ser coherentes con el cuidado del medio ambiente.
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Reúne la ropa antes. Otro tip que tomamos del mismo sitio fue reunir todas las prendas antes del evento. Les pedimos a las participantes que nos trajeran lo que iban a ofrecer, para poder revisar su estado y dividirlo en categorías. De esta forma, el intercambio resultó mucho más eficiente.
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¿Dónde se van a probar la ropa? En nuestro caso, al ser la fiesta en mi sala de estar, muchas mujeres utilizaron el baño para probarse pantalones o faldas. Además, Valeria trajo de su casa un espejo de cuerpo entero, para proponer otra alternativa y así acortar el tiempo de espera.
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Organizarlo junto a una amiga es mejor. Si bien no hay ganancias en el evento, ¡casi parece un trabajo! Hay mucho para hacer antes, durante y después del intercambio. Organizarlo con una amiga no solo es más fácil, también más divertido.
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Incluir ropa de niños. Si las mujeres que participan son mamás, puedes incluir ropa de niños en el trueque. Durante nuestro evento, la hermana de una amiga nos dio esta idea. ¡No se nos había ocurrido! En la próxima swap party, que ya estamos organizando, incluiremos esta opción.
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Donar lo que quede. Luego del intercambio, si todas las presentes están de acuerdo, es una buena idea donar toda la ropa que haya quedado.
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