De refinados a barrocos, pasando por simples y sofisticados, 10 centro de mesa florales para todos los gustos y eventos. ¡Elige el tuyo!
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Campestre. Este arreglo encajaría muy bien en un festejo al aire libre. Las botellas tienen un toque entre antiguo y rústico. El color verde, además, parecería continuar el tallo y ayuda a resaltar los tonos vivos de las flores.
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Cálido. ¿No logras decidirte entre velas o flores para adornar tu centro de mesa? ¡Prueba con ambas! Recicla un antiguo candelabro y arma este arreglo, ideal para bautismos, comuniones o bodas.
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Variado. Recicla frascos, botellas y otros contenedores de uso diario, y haz estos centros que le darán un tono relajado y bohemio a cualquier reunión. O aprovéchalos para una cena romántica con tu pareja en el jardín.
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Femenino. A no subestimar el poder de unas pocas peonias en jarrones vintage. No siempre es necesario que los centros de mesa griten “¡aquí estoy!”.
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Color profundo. Para celebrar la llegada de la primavera y la vuelta del calor, puedes elegir flores de un color fuerte y llamativo. Agrégale una base o un lazo que acentúe su color.
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Muy llamativo. Si aún no decides cuál será la pieza de decoración protagonista de tu festejo, prueba con un centro floral XXL. Por supuesto, el evento debería acompañar ese estilo un poco barroco para que el conjunto luzca armonioso.
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Lo último. Si buscas que el evento tenga un look moderno, elige centros hechos con ramas, ¡están muy de moda! Las de cerezo, por ejemplo, quedan fabulosas.
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Directo del balcón. ¿Por qué no armar pequeñas macetas para ocupar el centro de la mesa? Hace poco fui a una boda donde implementaron esta idea y, al final de la fiesta, ¡las repartían como suvenires!
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Audaz. Rompe con todas las reglas y desarma ese bonito ramo de flores que te regalaron. Quítales el tallo, intercálalas y súmale elementos inesperados a tu arreglo, como la col que se ve en la foto.
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Más sencillo. A veces no tenemos mucho tiempo o buscamos una decoración minimalista. Nada más rápido y simple que una flor sumergida completamente en un vaso de agua, con una vela flotándole encima. Al sumar las piedritas, redoblarás el efecto zen.
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Por el bosque. No podemos pensar en algo más silvestre que una cesta llena de flores recién recogidas (o que den esa impresión al menos). Este centro le dará a tu mesa un aire ¡de cuento!
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Recuerda que las flores, además de tener color aportan aroma a tu ambiente y eso genera armonía total.