Ferdinando Valencia
Ferdinando Valencia todavía llora la muerte de Dante, pero no piensa recurrir a un psicólogo
El actor confesó que, contrario a lo que piensan muchos, el tiempo no lo "ha relajado" y el dolor que siente por la pérdida de su hijo crece cada vez más. Ferdinando Valencia asegura que ha ido aprendiendo a controlar sus momentos más difíciles, sin embargo, no contempla tomar terapia psicológica.
El 3 de agosto de 2019 fue el día más duro en la vida de Ferdinando Valencia:
su hijo Dante falleció a los 3 meses de nacido por un cuadro de meningitis.
Ferdinando Valencia/Instagram
A ocho meses de haber sufrido esta importante pérdida, el actor sigue luchando para sobrellevar la muerte de su bebé.
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Ferdinando aceptó que el tiempo no le ha ayudado a que el dolor aminore, al contrario: “La gente piensa que en la medida en que el tiempo pasa nos vamos relajando, pero no es así, para mí eso crece cada vez más y cada vez aprendo más a controlarlo”, dijo para la revista TVyNovelas, en una entrevista publicada este lunes 19 de abril.
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Hasta la fecha, todavía llora la muerte de su bebé: “Por supuesto. Hay momentos en los que me duele, no me flagelo nunca, pero han pasado muchas cosas”.
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El proceso que vive no ha sido nada sencillo, sin embargo, no ha echado mano de un psicólogo para que lo apoye a vivir el duelo.
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“No, no lo he hecho y no lo voy a hacer. Considero que la principal sanación la tengo en mi propia casa, con su hermanito, con Tadeo, y con Brenda, que es un aliento y me da muchas alegrías todos los días”, afirmó.
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Ante el duro golpe que recibió, Ferdinando también aclaró que no siente rencor hacia Dios. “Nunca le reproché a Dios, ni antes ni en ese momento ni después. Dios fue lo único que me permitió encontrar paz, y estoy seguro de que muchas personas se pelean con él y con Dios nos puedes pelearte. Sus decisiones son por algo, y el solo hecho de poner en sus manos tus problemas nos ayuda mucho mental y espiritualmente a sentir calma, pese a que estemos pasando por un proceso devastador”.
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Tener a su esposa, Brenda Kellerman, a su lado también ha sido un apoyo fundamental en estos difíciles momentos: “De alguna manera yo no sé cómo esté Brenda, y Brenda no sabe cómo estoy yo, porque lo que nosotros tratamos de reflejar cada uno en el otro es un estado positivo. Yo estoy seguro de que ella tiene sus momentos; lo sé porque los tengo yo, pero ella no me los muestra”.
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Otra forma de terapia que ha encontrado el actor es su trabajo en televisión, actualmente participa en la telenovela Como Tú No Hay Dos, junto a Adrián Uribe y Claudia Martín.
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Esta historia es cómica, lo cual ha sido benéfico para Ferdinando: “El trabajo en Como Tú No Hay Dos lo aterrizo con mucha alegría porque, de alguna manera, después de todo lo que ha sucedido con nosotros, regresar dentro de la comedia me permite vivir con agrado. No solamente desde el punto de vista de mi trabajo, sino vivir de una forma agradable lo que es hacer mi trabajo. La comedia exige que estemos felices nosotros para poder reflejar felicidad”.
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Ferdinando Valencia está contento porque no le han faltado oportunidades de trabajo, lo cual le ayuda a recuperarse económicamente, pues tuvo que vender algunas propiedades y pertenencias para pagar la deuda que contrajeron con el hospital en el que atendieron a Dante.
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Los mellizos Dante y Tadeo nacieron el 24 de abril de 2019 en Coral Springs, Florida. Desde que nació, Dante tuvo algunos problemas de salud y estuvo unos días más en el hospital.
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Tan solo unos días después del nacimiento de los mellizos, desde la cuenta de Instagram de Dante y Tadeo publicaron esta fotografía para informar que Dante había tenido algunos problemas de salud que ya le estaban atendiendo en el hospital.
Nuestros mellizos/Instagram
El pequeño solo estuvo unos días en casa y volvió a ser internado después de que le diagnosticaron meningitis a causa de una bacteria.
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Después de estar 23 días hospitalizado lo dieron de alta, regresaron a México y la esperanza regresó a sus padres. La felicidad duró poco para la pareja, el 26 de junio de 2019 informaron que Dante había regresado al hospital porque había recaído y “la meningitis no se había quitado por completo”.
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La salud del bebé siguió deteriorándose porque la meningitis no había desaparecido: sufrió hidrocefalia, neumonía, insuficiencia cardíaca y sus riñones también se vieron afectados.
