Ivanka Trump, hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposo Jared Kushner recién se mudaron hace unos meses al lujoso vecindario de Kalorama, en Washington. Sin embargo, sus vecinos se quejan de la pesadilla que es vivir cerca de la familia, según información de Fox News.
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Sus quejas son debido a que la familia y su personal doméstico ocupan mucho espacio en una calle y dejan bolsas de basura en la acera por varios días; pero de lo que más se quejan los vecinos, es por la enorme presencia de seguridad, ya que aseguran que incluso para llegar al patio de recreo utilizan tres furgonetas
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Las Kardashian son bien conocidas por los escándalos y sus increíbles y ruidosas fiestas,por las cuales se quejan las personas que viven muy cerca de ellas. Pero lo que más molesta, aseguran, es la presencia de los paparazzi.
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En 2013, Kanye West y Kim Kardashian fueron los peores vecinos según la encuesta anual del blog Zillow. Sus excéntricas costumbres, atracción mediática y fiestas escandalosas hacen duro vivir junto a ellos.
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Algo malo tenía que tener la bella y talentosa Beyoncé.
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A los vecinos que Beyoncé y Jay-Z tienen en Inglaterra no les hace tanta gracia cuando la pareja va de vacaciones, pues los cantantes llegan en helicóptero y el ruido que hacen no es tan agradable.
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Miley Cyrus es bien conocida por sus excentricidades.
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Los vecinos de la cantante se quejan por la mala influencia que es más allá que el ruido que pueda provocar por los paparazzi que la siguen.
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Paulina Rubio tuvo problemitas con algunos de sus vecinos del lugar donde vivía.
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Dicen que en el 2013, los vecinos se pusieron de acuerdo para echarla porque la
Chica Dorada no paga los gastos de comunidad.
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Madonna llegó al grado de ser demandada por sus vecinos en Nueva York.
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Se convirtió en la pesadilla del edificio por sus rutinas de baile que duraban tres horas al día, no sólo por la música a alto volumen, sino también por los pisotones y vibraciones que hacía al bailar.
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Gwyneth Paltrow se fue a los extremos para conservar su privacidad.
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Los vecinos se la echaron encima y llegaron a denunciarla por construir un muro el doble de alto de lo legalmente permitido.
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Si eres de las personas que quieren tener la mayor privacidad posible, entonces no te convendría vivir cerca de Jennifer Lawrence.
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La misma actriz ha confesado, en entrevista para
Vogue, que le encanta meterse a la casa de Ashton Kutcher y Mila Kunis sin avisar. Una vecina muy impredecible.
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Justin Bieber sí que es la pesadilla de los vecinos.
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El cantante tuvo que pagar una multa y cumplir cinco días de trabajo comunitario por lanzar huevos a la casa de uno de sus vecinos. Además, organizaba fiestas escandalosas que paraban hasta el amanecer. Cuando el cantante se mudó, decidieron celebrar porque la paz había regresado.
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Taylor Swift parece que no rompe ni un plato pero entonces ¿por qué no la querríamos como vecina?
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El actor Orlando Bloom fue su vecino en Nueva York y se quejó porque los paparazzi y los fans de la cantante no paraban de acechar a su vecina, y por lo tanto no tenía privacidad.
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En 2008, Leonardo DiCaprio tuvo problemas con sus vecinos por una cancha de basket que contruyó.
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Y es que la cancha desastibilizaba los soportes de la piscina continua. En ese año llegaron a un acuerdo tras mucho tiempo de estar en litigio.
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Rita Ora confesó las razones que la orillaron a tener que cambiarse de casa .
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En entrevista para a
BBC Radio 1, la cantante reveló que sus vecinos se quejaban del ruido que hacía mientras grababa uno de sus álbumes en su casa.
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Robert Downey Jr. fue uno de los peores vecinos que pudieras tener hace un par de años.
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El actor fue una pesadilla por organizar fiestas escandalosas, por llegar ebrio e incluso por portarse grosero con sus vecinos.
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Rihanna tenía a varios vecinos en su contra, no sólo por los constantes escándalos y la presencia de los paparazzi.
Grosby Group (Prohibida su Reproducción).
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Dicen que sus vecinos se quejaban, además, porque no cuidaba las áreas verdes y conducía por donde se le antojaba.
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El famosos luchador Hulk Hogan no tuvo problemas por escándalos o por la prensa.
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Los tuvo por el desagradable olor que provocó cuando decidió tener animales en su casa y el cual no pudo controlar.
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James Franco no tuvo la mejor idea cuando convirtió su hogar en una casa productora.
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Y es que las visitas constantes de proveedores y clientes ocasionaban un tráfico espantoso, lo cual odiaban sus vecinos.
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Los vecinos de Chris Brown se quejaban del ruido que los perros del cantante hacían.
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Pero también se quejaban porque no respetaba el lugar de estacionamiento en el edificio donde vivía. Y cuando se cambió a una mansión, las quejas siguieron, pero ahora por las fiestas ruidosas que hacía.
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Sin embargo, aunque las fiestas eran geniales, los vecinos se quejaban del ruido a tal grado que llegaron a poner quejas ante la Corte Superior de Los Ángeles.
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Los vecinos de Sean Connery sólo se quejaban de una cosa: los malos modales del actor.