A veces, sentimos ganas de renovar nuestro hogar pero no tenemos idea de cómo. Te presentamos 12 propuestas de decoración a modo de “brújula” y así ayudarte a encontrar el estilo que más te guste. Si te identificas con varios, ¡mézclalos!
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Bohemio. Si te sientes como en casa en un lugar donde predominan los tapetes y tapices, el aire huele a incienso, encuentras al menos un instrumento musical y la cama está al ras del suelo, no hay duda: tu estilo es bohemio.
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Industrial. Si quieres sentir que vives en una exfábrica devenida en loft en Brooklyn, este es el estilo para ti.
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Tal vez no puedas derribar una pared y reconstruirla con ladrillo a la vista, pero sí puedes incluir materiales como hierro y acero, además de colores apagados como negro y gris.
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Clásico. Si evitas correr riesgos a la hora de vestirte o decorar, te sentirás cómoda con este estilo.
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La paleta de colores suele incluir blanco,amarillo y el verde, especialmente en tonos pastel.
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La madera, el vidrio y la porcelana son materiales que predominan. ¡Y algún detalle floral!
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Hípster. Discos de vinilo, carteles vintage, muebles del flea market y una mesa de ping pong son algunos de los elementos típicos de este estilo cool. ¿Te sientes identificada?
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Rústico o campestre. Los ambientes de un hogar decorado siguiendo las premisas de este estilo son acogedores.
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Incluyen el cálido fuego de una chimenea, un sofá con varias mantas tejidas, muebles de madera y colores que remiten a la naturaleza.
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Nórdico. Piensa en Noruega, Suecia y Finlandia, ¿qué ves? La madera es la protagonista en este estilo, sobre todo variedades claras como la del haya.
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Los muebles son típicos de las décadas del ’50 y del ’60, y abundan la luz natural y la simpleza en los detalles.
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Girly. Este estilo es, obviamente, femenino, dulce y hasta aniñado. Abundan los tonos rosados, fucsias y violetas, las líneas curvas, los polka dots, las flores y las lámparas con caireles.
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Masculino. La contracara del anterior, este estilo se basa en materiales como cuero y metal, además de colores oscuros y neutros como negro, gris y chocolate.
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Las líneas son geométricas y sencillas. Si hay una estampa, puede ser escocesa.
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Hippie. Los ‘70 han vuelto al mundo de la moda, ¿por qué no a tu hogar?
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Un tocadiscos, muebles inspirados en esa época, textiles teñidos con la técnica tie-dye, una bola de espejos y materiales como pana y gamuza harán de tu casa (¡o de un espacio de ella!) un túnel del tiempo.
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Minimalista. Olvídate del caos y del desorden: aquí nada está fuera de lugar.
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Para lograr este estilo será necesario deshacerte de algunos objetos, o que los guardes de forma muy organizada.
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Los muebles son los necesarios y los colores escasean.
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Shabby chic. Romántico y alegre. Si quieres adornar tu casa con estampas florales, ¡es el estilo que buscas!
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En su gama abundan el verde, rosado y celeste en tonos pastel.
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Los muebles tienen un aire vintage gracias al efecto desgastado de la pintura.
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Navy. Elegido tanto por quienes viven cerca del mar, como por aquellos que quieren recrear la atmósfera playera en sus hogares.
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No pueden faltar los tonos azules, blancos y celestes.
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Sí a las rayas marineras y a los adornos a tono, como conchas o barquitos. La comodidad ¡es clave!