Existen varios factores que debes considerar antes de escoger una rutina para ponerte en forma, estas dos están muy de moda, pero, ¿sabes cuál es la más adecuada para tus necesidades?
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Las clases de zumba te intimidan, no tienes la disciplina para salir a correr por tu cuenta, y tu bicicleta está juntando polvo en el garaje. Prueba una nueva actividad, que realce tu costado competitivo y aguerrido, o que te permita relajarte y tornear tu cuerpo. CrossFit podría ser para ti si…
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Eres fanática del fitness. Cuando no haces ejercicio, ¿sientes que te falta algo? En CrossFit, puede que entrenes tres días consecutivos, para luego descansar el cuarto, detalla el sitio de salud Nerd Fitness. Así obtendrías esa intensidad de la que tanto disfrutas.
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Te gusta pertenecer a una comunidad. Este entrenamiento es casi un culto para sus seguidores. Si te interesa involucrarte en un grupo y sentir el apoyo de tus compañeros, sin duda podría ser la actividad para ti.
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Superarte está en tu esencia. En CrossFit se premia a quienes terminan la rutina en el menor tiempo posible.
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Por eso, puede que te encuentres dando el 100 por ciento para concluir una serie, agotadísima pero feliz de exigirte cada vez más.
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Tienes espíritu competitivo. Si estar rodeada de personas intentando hacer lo mismo que tú pero más rápido y de otras alentándote, te estimula y te lleva a esforzarte más, deberías darle una posibilidad a esta práctica.
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Te aburres fácilmente. Los ejercicios de CrossFit varían a diario, son rápidos, dinámicos y perfectos para quienes gozan del cambio permanente. En cambio, deberías tomar clases de Pilates si...
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Buscas un entrenamiento personalizado. En las clases, podrías pedirle a tu profesor que adaptara los ejercicios a tus necesidades, resalta el sitio del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).
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Es probable que con Pilates ganes elongación, más allá de que realices los ejercicios en la camilla especial o sobre un mat.
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¡Recomendable para las que no alcanzan a tocarse la punta de los pies!
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Sufres dolor de espalda. Las clases de Pilates suelen ser aconsejables para quienes padecen este problema.
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Eso sí, asegúrate de consultar a un profesional de la salud para saber si es un ejercicio apto para tu condición.
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Tienes alguna lesión. Por ser fácil de personalizar, también se sugiere hacer Pilates a las personas con lesiones físicas, que necesiten rehabilitación o que tengan alguna limitación a la hora de moverse o de hacer fuerza. Tu profesor podría ayudarte a armar un programa a tu medida. Consuta al médico.
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Prefieres un ambiente sereno. En general, en las clases de Pilates hay pocas personas y reina la calma. Los profesores hablan con un tono tranquilo y hasta suele haber música relajante de fondo.
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Lo principal. Más allá de la disciplina que elijas, lo más importante ¡es que empieces a moverte! Recuerda visitar al médico antes de comenzar a hacer alguna de estas u otras actividades físicas.
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