Los tiempos han cambiado, lo cual es bueno para algunas cosas, pero hay valiosas reglas de etiqueta que se han perdido. Rescatémoslas ¡al menos en esta nota!
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Por ejemplo, hace algunos años, un caballero era el que nos abría la puerta.
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En estos tiempos, agradece si tu chico se acordó de enviarte un SMS o WhatsApp para saber si llegaste bien a tu casa luego de una reunión (que te acompañe ya es mucho pedir).
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1) Cumplir con un horario y ser puntual.
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"Parece que con la masificación del móvil, ya nadie usa el reloj, ni siquiera miran la hora porque todo el mundo llega tarde a todos lados. Me encantaría que volviera la costumbre de tomarse un horario en serio", nos revela Tita, una profesora de danza de 54 años.
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2) No hablar por teléfono en la mesa.
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"Es básico. Cuando estás cenando con tu marido y él empieza a responder mails de trabajo, te dan ganas de matarlo. No es cuestión de desatender una urgencia, pero estar permanentemente con el móvil, incluso durante una comida, hasta hace poco tiempo era signo de mala educación y de falta de respeto. ¿Por qué no puede seguir siendo así?", se pregunta Daniela, periodista de 30 años.
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3) Escribir notas o hacer llamados de agradecimiento.
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"Recuerdo que cuando era pequeña, mis padres luego de una boda, enviaban una nota o llamaban al anfitrión para agradecerles por la fiesta. Me casé hace unos meses ¡y sólo me llamaron mis amigas para preguntarme si tenía resaca!", así lo admite Florencia, diseñadora gráfica de 32 años.
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4) Discutir delante de los niños.
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"Ni delante de nadie. Estaba mal visto que una pareja se regañara ante testigos, sobre todo frente a sus hijos. Hoy en día, se escuchan gritos y agresiones en la calle, escuchas a los vecinos y personas discutiendo por teléfono, o hasta por Skype desde la tablet en el bus. No digo que uno deba reprimirse todo lo que le pasa frente a los demás, pero me gustaba que no se ventilaran los problemas de pareja delante de otros, en especial de los niños. En mi hogar aún me manejo así", nos revela Mariela, una dibujante de 36 años.
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5) Que paguen ellos.
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"Sé que puede sonar algo machista, pero el otro día tuve una cita y cuando terminamos de cenar y nos trajeron la cuenta, él lanzó la pregunta: ‘¿Pagamos a medias?’. La verdad me sentí incómoda. No es que siempre deban ser ellos quienes paguen cada cita, pero ¿la primera? Trabajo, soy súper independiente y no necesito que nadie me mantenga, pero la caballerosidad en las primeras salidas es un bonito gesto que debería perdurar”, opina Agustina, cocinera de 28 años.
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Y a ti, ¿qué regla de etiqueta te gustaría rescatar?
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