¿Sabías que puedes aprender a transformar los pensamientos negativos en positivos? Siguiendo estos consejos, con tiempo y práctica podrías desarrollar nuevos hábitos, y tal vez observar cambios en tu nivel de estrés y en tu bienestar emocional.
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Monólogo interno. Desde el sitio de la Clínica Mayo se explica que el pensamiento positivo muchas veces comienza con un monólogo interno que todos tenemos. Si es negativo, es más probable que seas pesimista. Si es positivo, seguramente seas alguien optimista.
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Beneficios para la salud. La institución mencionada enumera algunos beneficios comprobados de comenzar a pensar en positivo: mayor resistencia al resfrío, mayor bienestar psicológico y físico, mayor esperanza de vida y menores niveles de angustia.
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Identifica las áreas que quieras cambiar. ¿Qué cuestiones de tu vida te disparan pensamientos negativos?
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Intenta enfocarte en ellas de forma positiva. Puede ser el trabajo o tu relación de pareja, por ejemplo.
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Diario de gratitud. Linda Esposito, psicoterapeuta especializada en estrés y ansiedad, recomienda en la revista Psychology Today llevar un diario en el que escribas tres cosas por las cuales te sientas agradecida, al menos dos veces por semana.
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Diario del futuro. Puedes combinar el diario antes mencionado con uno “del futuro”. Escribe cómo te imaginas tu porvenir deseado. Cuando te ves como alguien capaz de resolver problemas, es más probable que encuentres formas reales de lograrlo, según la experta mencionada.
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Ve controlándote. Durante el día, revisa tu situación. Tómate un momento para observar qué hay en tu mente.
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Si notas que tus pensamientos son negativos, tómalos como una oportunidad de cambiar de rumbo y darles un giro positivo.
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El humor es tu aliado. Date permiso para reír, especialmente en los momentos difíciles. Cuando encuentras humor en lo cotidiano, el estrés se reduce.
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Siguiendo con la idea del diario, puedes escribir tres cosas divertidas que te hayan sucedido durante el día, recomienda Esposito.
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Mantén un estilo de vida saludable. Desde la Clínica Mayo se recomienda realizar actividad física al menos tres veces por semana, para generar un impacto positivo sobre el estado de ánimo. También se aconseja seguir una dieta sana y aprender técnicas de manejo del estrés.
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Fíjate en lo que te dices. Volviendo a la idea del monólogo interno, hay una regla simple que puedes seguir: no te digas nada que no le dirías a otra persona.
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Sé gentil contigo misma y aliéntate. Si tienes pensamientos negativos, evalúalos racionalmente.
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Reemplaza negativo por positivo. Intenta cambiar el “nunca lo he hecho antes” por “es una oportunidad de aprender algo nuevo”; “es demasiado complicado” por “lo resolveré desde otro ángulo”; “no voy a mejorar en esto” por “lo intentaré otra vez”.
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A diario. Lo mejor que puedes hacer es poner en práctica estos tips todos los días. Tal vez no notes cambios inmediatamente pero, con el tiempo, seguramente sí.