Uno pensaría que si te sale la carta del diablo durante una lectura de Tarot es motivo de susto, terror o preocupación pero en realidad no es el caso. Es cierto que la carta del diablo es compleja y complicada de leer dependiendo de la situación pero como veremos a continuación en realidad no es una señal funesta o para ponernos a temblar.
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La carta del diablo es una de las más importantes del tarot, ya que es uno de los 22 arcanos mayores, siendo la carta número 15 (recordemos que el mazo está compuesto de 78 cartas, las cuales se dividen en 2 grupos: los Arcanos Mayores y los Arcanos Menores).
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Los arcanos mayores son 22 cartas e incluyen personajes como el Mago, la Sacerdotisa, el Loco, el Emperador, los Enamorados o el Ermitaño. Los arcanos menores son las otras 56 cartas y están separadas por palos: espadas, copas, oros y bastos.
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Cada uno de los arcanos menores se divide en 14 cartas, como si fueran naipes, que van del as al 10 y luego cartas del caballero, la sota, la reina y el rey. Las lecturas se pueden hacer solamente con los arcanos mayores, que son los más importantes, pero para una más completa se hace con todo el naipe entero.
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De cualquier manera, si te sale en una lectura la carta del diablo es algo muy importante, no sólo porque está incluida en una de las 22 cartas de los arcanos mayores, sino que es un personaje esencial. Pero de entrada tienes que saber que por sí misma, la carta del diablo NO representa brujería, maldad, magia negra o algo infernal.
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Lo único "malo" que trae la carta del diablo en el Tarot es que representa lo negativo en nuestras vidas, o sea, todas aquellas situaciones, personas o condiciones que nos están estancando e impidiendo sanar y seguir adelante en el camino de nuestras vidas. Así que no te preocupes, de entrada no es nada maléfico.
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La visión de que el diablo del tarot puede traer algo infernal también puede venir de la forma en que usualmente está representado en las cartas. Gigante e imponente, se le ve postrado sobre un pequeño altar, con sus cuernos de cabra, alas de murciélago, mirada amenazante y sobre todo, el pentagrama invertido sobre su cabeza.
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Su mano derecha está alzada y extendida, justo a lo opuesto de la bendición del Sacerdote, otra de las cartas dentro de los arcanos mayores. En su mano izquierda, el diablo sostiene hacia abajo una antorcha, dirigida hacia la Tierra, con la intención de quemarla.
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Quizá más "tenebroso" es que del altar sale una cadena que tiene atrapados a una pareja desnuda, un hombre y una mujer, que muchos aseguran es la representación de Adán y Eva tras ser expulsados del paraíso, pero también la equiparan a los Amantes, que salen en la sexta carta de los arcanos mayores.
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Esa es la representación "usual" de la carta del diablo en el tarot, sobre todo en naipes y diseños conocidos mundialmente como la de Waite; pero hay otros ilustradores y diseños de cartas de tarot que muestran al diablo de otras maneras, aunque casi siempre son amenazantes.
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Dejando esto ya a un lado, podemos adentrarnos más en el significado de la carta del diablo. Representa todo aquello que es negativo, pero no por ello malo o tenebroso. Más bien en el sentido de las cosas que nos frenan u obstaculizan e impiden nuestro libre albedrío.
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Tal vez en nuestra vida estamos culpando a las cosas negativas o tragedias que nos pasan a nuestra falta de éxito y determinación. Muchas veces tan sólo necesitamos superar estas barreras en lugar de crearlas y sabotearnos nosotros mismos para poder seguir el buen camino. De eso se trata en parte la carta del diablo.
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El diablo es una carta que te muestra que puedes estar metido en una situación de sometimiento que tú crees o asumes que se deben a factores externos a ti y que no puedes modificar. Entonces podrías estar culpando a cosas que se salen de tu control para de esta manera quitar o no asumir tu propia responsabilidad en tu vida, tus asuntos y decisiones.
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Esto lo podemos argumentar si regresas a ver la forma en que están encadenados los humanos frente al diablo. Si lo notas, las cadenas no están fijas, están como puestas así nada más sobre ellos. Sus manos en realidad no están atadas tampoco, así que si quisieran escapar y deshacerse de ellas bien podrían hacerlo. Tan sólo deben decidirse a hacerlo.
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Las personas pueden estancarse en su sentimiento de culpabilidad y negatividad y así, ellos mismos son su peor diablo. Se castigan innecesariamente con estrés, ansiedad, depresión y otras enfermedades que podrían estar controlando, pero prefieren culpar a los demás en lugar de asumir el control.
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El diablo estaría representando nuestro interior oscuro, nuestros miedos, instintos bajos, pero sobre todo, el comportamiento destructivo y dañino que tenemos para nosotros mismos. Es como nuestro "chivo expiatorio" para culpar a otra cosa fuera de nosotros mismos. Pero ese "diablo" no tiene más poder que el que nosotros le estamos dando, y podemos librarnos de su "control" en cualquier momento, si lo deseamos.
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La carta del diablo nos invita a enfrentarnos a nuestra propia actitud negativa y a empezar a vernos de forma más positiva. Debemos amarnos y aceptarnos a nosotros mismos y dejar de juzgarnos y censurarnos tan fuerte, porque sólo así nos sentiremos más tristes y enfermos.
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Entre las sugerencias que se pueden dar cuando sale el diablo en una lectura están que hay que liberarse de las ataduras que creemos tener tomando conciencia de nuestra libertad de elección. Además, de mejorar nuestro autoestima y dejar de castigarnos por nuestros errores o tropiezos.
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Hay que aprender a reírse de nuestros problemas. Si dudamos de nuestros actos, hay que observar y analizar nuestra motivación. La única fuerza capaz de vencer el mal es el amor divino y ése comienza con amarse a uno mismo. El amor armoniza todas las cosas, así que aprende a amar.
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Como puedes notar, no te asustes de inmediato si te sale el diablo en tu lectura de tarot. Sea normal o a la inversa, sus intenciones son buenas, simplemente nosotros debemos tomar conciencia de ver qué nos está impidiendo ser felices en la vida y seguir nuestro buen camino espiritual.
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