El diseñador francés Hubert de Givenchy falleció a los 91 años, dejando una huella innegable en el mundo de la moda, cuya máxima expresión alcanzó a través de las creaciones que lucieron estrellas de la talla de Audrey Hepburn, Jacqueline Kennedy y Grace Kelly.
Luto en las pasarelas por la muerte del diseñador francés Hubert de Givenchy
Celebridades de la talla de Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Jacqueline Kennedy y la princesa Grace de Mónaco vistieron sus creaciones, más la marca francesa extendió su frontera a los maquillajes, accesorios, perfumes y la ropa casual.


"Monsieur de Givenchy murió mientras dormía el sábado 10 de marzo de 2018. Sus sobrinos y sobrinas y sus hijos comparten su dolor", anunció este lunes su compañero, el también diseñador de moda Philippe Venet, a través de un comunicado de prensa.
"Su funeral se celebrará en la intimidad más estricta", añadió.
Nacido el 20 de febrero de 1927 en el seno de una familia aristocrática en Beauvais, a unos 80 kilómetros (50 millas) al noroeste de París, el modisto se retiró en 1995, pero se mantuvo hasta sus últimos días como uno de los grandes íconos del surgimiento en los 50 del 'prêt-à-porter' de alta gama, una moda mucho más informal, pero con todos los estándares de calidad.
Pese a que su familia poseía una próspera fábrica de tapices, Givenchy prefirió irse a París a estudiar costura. Contaba solo con 17 años y fue un simbólico gesto de rebeldía en una época en la que estudiar moda se veía con recelo. Como integrante de la escuela nacional superior de Bellas Artes, aprendió el oficio con Jacques Fath, Robert Piguet, Lucien Lelong y Elsa Schiaparelli, la diseñadora-artista inscrita en el movimiento surrealista.
En 1952, fundó su propia "maison" (casa de moda), en el número 8 de la calle Alfred-de-Vigny, en el octavo distrito de París. El modisto creó “los separables”, faldas ligeras combinadas con blusas de algodón voluminosas. Nació así el concepto de lo "relajado chic". Dos años más tarde, creó su primera línea de 'prêt-à-porter' de lujo (ropa de diseñador lista para la venta) bautizada 'Givenchy Université'.
Celebridades como Lauren Bacall, Greta Garbo, Jeanne Moreau, Elizabeth Taylor, Marlène Dietrich, Jacqueline Kennedy y la princesa Grace de Mónaco vistieron las creaciones del modisto. Pero fue con Audrey Hepburn, a quien conoció en 1953 durante las pruebas de vestuario de la película 'Sabrina', con quien tuvo la relación profesional y personal más intensa que se prolongaría durante décadas. El icónico vestido negro que Hepburn lleva en ' Breakfast at Tiffany's' (1961) es obra del diseñador francés.
También en 1953 se juntó con otra figura crucial: Cristóbal Balenciaga, 32 años mayor que él y a quien consideró como un padre y un mentor. Ambos se conocieron en un cóctel en Nueva York e iniciaron una relación profesional que sería un antes y un después para el modisto francés.
En 1957, el tándem Givenchy- Hepburn rompió moldes. El creador invitó a su actriz y musa a promocionar su primer 'L'Interdit'. Fue la primera estrella de cine que dio su imagen a un perfume.
Casi dos después impulsó su línea de moda masculina Gentleman Givenchy y en 1978 sus colegas de profesión le premiaron con el prestigioso 'Dé d'or' (Dedal de Oro) de la alta costura. En 1988, integró su marca Givenchy en el grupo de lujo francés Louis Vuitton-Moët Hennessy (LVMH) hasta que en 1995 se retiró, hastiado de la deriva del mundo de la moda.
"La pasarela de ahora es muy vulgar", opinó en una entrevista a Efe concedida en 2014 cuando promocionó en Madrid una exposición sobre sus creaciones en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Aunque su nombre se vincula mayormente a la alta cultura, la marcha Givenchy también incursionó en el mundo de los cosméticos, los accesorios de mujer y la ropa deportiva con precios más accesibles. El verano pasado la conocida modelo Naomi Campbell encabezó -junto al modelo Justin Levy- una campaña para los jeans (vaqueros) de la marca conocida por su distintiva 'G'.











