«A man has to be what he is, Joey. Can't break the mould (...) there's no living with... with a killing. There's no going back from one. Right or wrong, it's a brand. A brand sticks. There's no going back. Now you run on home to your mother, and tell her... tell her everything's all right. And there aren't any more guns in the valley».
Una marca permanece: es momento de que hablemos sobre el final de Logan

Luego de una agonizante espera —casi eterna—, Logan fue estrenada, y sí, es una película legendaria. Cumpliendo y superando todas nuestras expectativas, este film lo tuvo todo: acción, sangre (mucha sangre), coherencia, y sobre todo, una historia profunda, pero comprensible, que llegó hasta lo más profundo de nuestro ser. Aunque, a pesar de todos estos puntos positivos, no podemos afirmar que dejamos la sala de cine totalmente satisfechos... yo salí vacío, destrozado.
Advertencia: a continuación existirán spoilers sobre la película.
El final de una era

Si has continuado con la lectura quiere decir que ya has visto la película, y por lo tanto, ya sabes que Logan murió. Sí, por imposible que parezca, ya no hay más Wolverine dentro del universo Fox. ¿Cómo es esto posible? La respuesta es simple: el adamantium. Por más que su factor regenerativo le otorgaba una seudoinmortalidad que desafió la lógica humana innumerables ocasiones, los implantes de adamantium puestos en su cuerpo lo envenenaron hasta la muerte. Lo que lo hacía "indestructible" fue lo que terminó por destruirlo. No fue el clon (X-24), ni la edad; fue ese veneno que anuló sus capacidades regenerativas condenándolo al destino de un mortal... algo muy bueno para él.
Ya no hay armas en el valle...

«Un hombre tiene que ser lo que es, Joey. No puede romper el molde (...) no hay forma de vivir con una muerte. No hay vuelta atrás. Correcto o equivocado, es una marca. Una marca permanece. No hay vuelta atrás. Ahora corre a casa con tu madre, y dile... dile que todo está bien. Y que no hay más armas en el valle»
Durante el funeral, su hija (en la película) le dedica unas palabras extraídas de Shane, un western de 1953 que Charles había compartido con ella durante su estancia en el hotel; estas palabras sirvieron como una despedida poética y dieron el cierre perfecto para una vida que necesitaba terminar. Logan había luchado por años; todos sus amigos habían muerto y la tragedia parecía perseguir a todos aquellos que amaba. Su última esperanza de redención era el " Sunseeker", pero esto se había desvanecido junto a Charles. Y cuando lo único que le quedaba era quitarse la vida con esa bala de adamantium, la muerte decidió hacerle un regalo en compensación: sacrificando su vida en un último acto de heroísmo, da su vida por el futuro de su hija; y vive en carne propia aquel sentimiento de familia y felicidad que Charles le había mencionado tantas veces al momento de sentir la palabra "daddy".
Podría interesarte: Logan: una película magnífica y un adiós a Wolverine violento, triste, pero lleno de esperanza
Todo confluyó perfectamente. La verdadera felicidad había cerrado sus puertas, pero dejándolo dentro; ya no tenía que escaparse más, ni sufrir pesadillas que lo atormentaran. Vivió como un X-Men y murió como un X-Men, tal y como su hija lo hizo notar al rotar esa cruz y convertirla en una X.
Hasta siempre, Logan... ¿O hasta luego? Esperamos tus comentarios.








