Fear And Loathing in Las Vegas, del legendario creador del periodismo Gonzo, el Dr. Hunter S. Thompson, es uno de los libros más interesantes sobre la ciudad del pecado, y el estado de la sociedad norteamericana durante finales de los años 60, y principios de los 70. A nivel literario, Fear and Loathing es un experimento de prosa súper interesante, que además está acompañado de las ilustraciones atormentadas del artista galés Ralph Steadman, pareja creativa durante toda la vida del escritor.
Todo lo que tienes que saber sobre la novela gráfica de Fear and Loathing in Las Vegas


Aunque ya hay varias adaptaciones al cine del trabajo de Hunter (vale la pena mencionar Rum Diaries y la misma Fear And Loathing in Las Vegas, ambas protagonizadas por Johnny Depp en el papel del buen doctor), el traspaso de su obra literaria al formato de la novela gráfica es algo que no había sucedido hasta ahora. Solo hacía falta que Troy Little, junto a la editorial Top Shelf, se dispusiera a llevar la titánica labor de traducir el psicodélico viaje de un par de amigos al corazón del sueño americano en una novela gráfica.
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A diferencia de las ilustraciones que acompañan al texto original, hechas en el estilo sucio, experimental y violento que se convierte en el estandarte de Steadman, Troy decide reflejar en la novela gráfica un estilo de imagen mucho más clásico y caricaturesco. Sin embargo, hay que reconocer que, en sus trazos y sus colores, la novela gráfica logra reflejar muy bien la energía caótica y descontrolada del material.

Protagonizada por el alter ego de Hunter, Raoul Duke, y su compañero de aventuras, el abogado samoano Dr. Gonzo, Fear And Loathing in Las Vegas utiliza la cobertura periodística de una carrera en el desierto como excusa para adentrarse muy profundo en la psique de una Norteamérica que está sumergida en drogas psicotrópicas, y el fracaso del sueño americano. Con Las Vegas como escenario, Little logra recrear muy bien algunas de las escenas más memorables de la novela.
La libertad que da el hecho de que ambos protagonistas estén casi todo el tiempo con un estado mental alterado, es explotada a placer en las 176 páginas que constituyen esta nueva adaptación de la obra literaria de uno de los escritores más importantes del siglo XX. El dinamismo de los dibujos, e incluso de los globos de texto, hacen de la experiencia de leer la novela gráfica algo muy similar a lo que logró Terry Gilliam en su adaptación cinematográfica de la misma obra.

Si eres fanático de Hunter, esta es una joya que no puede faltar en tu colección Gonzo. En cambio, si nunca has tenido la oportunidad de leer alguno de sus libros, pues qué mejor manera de adentrarte en su bibliografía que con una excelente novela gráfica. Con poco menos de un mes de publicación, ya ha recibido numerosas críticas positivas, y está destinada a convertirse en un indispensable del arte Gonzo.