Tatuajes de Cassettes: un tatuaje retro y nostálgico

Definitivamente odio al cassette. Su calidad es espantosa, empeora con el tiempo, se pudre, se escucha mal, la cinta se enrieda, se rompe... Es más, hoy en día casi no quedan reproductores cassetteros (y los que quedan funcionan mal). Definitivamente detesto ese soporte para escuchar música.

PUBLICIDAD

Pese a esta declaración de odio, creo que le tengo cierto afecto justamente a esa parte bizarra de los cassettes. Y pensándolo bien, hasta me haría un tatuaje con un cassette. Sí, es cierto, parece que me di vuelta como una tortilla y que me contradigo absurdamente. ¿Pero por qué digo esto?

Vean a continuación la gran cantidad de fotos de tatuajes de cassettes mientras piensan en un motivo, y yo después les doy mi explicación.

¿Las vieron? ¿Vieron esos tatuajes? Si les despierta ganas de hacerse un tatuaje de cassettes, entonces entenderán el motivo que me impulsa a tatuarme un cassette: la nostalgia.

Ahí está el quid de la cuestión: Me generan cierta nostalgia retro. En cierta forma extraño los cassettes porque me recuerdan a esa época en que era más difícil conseguir música. Uno debía estar atento, esperando que en la radio pasaran esa canción que tanto quería escuchar, listo para poner el cassettero a grabar lo antes posible en el momento justo.

La verdad, era un trabajo de ingeniería, precisión y cálculo impresionantes. Y todo para escuchar una simple canción. Pero uno se sentía increiblemente bien cuando conseguía ser el único portador de tal tesoro, y lo exhibía orgulloso frente a sus amigos.

Hoy es mucho más fácil. A un click de distancia se puede escuchar la canción que uno quiera casi sin problemas.

¿Será por eso que todas estas personas se tatuaron un cassette? ¿Será que, como yo, son unos nostálgicos?

No lo sé... pero a mi criterio tienen un buen tatuaje.