Si no pasaste por alguna de estas situaciones al instalar un juego, considérate una persona con suerte

¿Quién no atravesó alguna de estas peripecias al instalar un juego en su PC?

En momentos en que no era tan sencillo hacerse de un juego original, ya sea por su costo, o porque la distribución no era inmediata, no quedaba otra opción que buscarlo en Internet y embarcarse en la instalación. Veamos las etapas que llevaba este sagrado ritual:

Descargar

Pues bien, el primer paso era encontrar un " lugar seguro” desde donde descargarlo, y con este paso venían las preguntas: ¿De dónde lo bajo? ¿Descargaré un virus? ¿Romperé mi computadora? ¿Crearé un agujero negro? Ventanas y más ventanas que se abrían, falsos carteles de descarga que llevaban a falsos enlaces, la molestia se hacía latente hasta que por fin dábamos el clic correcto y un archivo comprimido comenzaba a descargarse.

Descomprimir

En los casos más felices descomprimir el juego no era gran complicación, pero en los otros, en los que uno cerraba la ventana de donde había descargado sin anotar la contraseña de descompresión, el medidor de paciencia comenzaba a sumar puntos. Ni que hablar si uno descargaba un paquete de archivos comprimidos que había que unir...

Instalar

Buscábamos el archivo setup.exe, doble clic y comenzaba la bendita instalación. En tiempos remotos la instalación se resumía en: “ Next > Next > Next > Next > Finish”, pero luego hubo que estar un poco más alerta para no aceptar instalar complementos al navegador u otro tipo de aplicaciones no deseadas. Mensajes de error, espacio insuficiente, ventanas como: “ Tu tarjeta gráfica no cumple las especificaciones necesarias” hacían replantearse seguir adelante en el proceso.

Crackear

El crackeo podía considerarse asunto serio. Esta acción consistía en reemplazar los archivos que instalaba el disco te permitía jugar sin tener el disco en la pc, claramente estamos hablando de tiempos en los que las unidades de disco duro no eran tan grandes como las de hoy en día. ¡ALERTA! A menudo el antivirus detectaba los cracks como amenaza y los bloqueaba, y bueno, nuestro nivel de estrés ya casi requería asistencia psicológica profesional. 

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Y por fin, se abría el juego...

Gracias a la persistencia que nos han enseñado a tener los mismos videojuegos, sorteábamos todo tipo de obstáculo, desinstalábamos y reinstalábamos, modificábamos configuraciones, etc, lográbamos abrir el juego y llegar a la ansiada opción " Nueva partida", solo restaba acomodarse bien en la silla y dedicarse a jugar, siempre y cuando no...   

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¿Tuviste alguna de estas experiencias? ¡Agrega las tuyas en los comentarios!