¿Qué clase de reina vas a ser? Porque hoy empieza la temporada del Sol en Leo

Aprovecha de forma saludable la energía disponible con el Sol en Leo

Cuando el Sol entra en el signo Leo, todas nos preparamos para sacar nuestra reina interior. Nos soltamos la melena, nos erguimos y sacamos pecho, y andamos caminado por la vida con un andar felino y un brillo especial en los ojos. Porque ser una reina no tiene nada que ver con una corona o ser miembro de la familia real; es un sentimiento interior que todas las mujeres tenemos más o menos desarrollado, o más o menos despierto. 

La pregunta que cabe hacerse en este momento es: ¿qué clase de reina eres? Porque más allá de nuestro signo del zodíaco, que nos inclina a ser más un tipo de reina que otro, hay tres arquetipos que las mujeres solemos adoptar cuando nos sentimos reinas y señoras de la vida. El problema es que no todas son posturas saludables. Y con esta configuración energética tenemos la oportunidad de equilibrar la energía y transformarnos en la mejor versión de nosotras mismas, una versión que nos permita brillar desde el alma. Veamos cuáles son.

La reina demasiado buena

Muchas de nosotras tenemos una idea de reina (que muchas veces sacamos de las películas infantiles que veíamos cuando éramos niñas) que es la reina demasiado buena. Es el arquetipo de la mujer que lo da todo por su familia y por su pueblo (amigos, vecinos, empleo, comunidad), que está al servicio de su rey y de sus hijos… pero que no guarda nada para sí misma. 

Todos la admiran por ser una mujer leal y sacrificada. Lo que no saben es que, sin darse cuenta, esta reina está guardando y acumulando un resentimiento que puede saltar en cualquier momento. Porque si hay algo que a las mujeres no nos enseñan a hacer, es a darnos y cuidarnos bien a nosotras mismas para luego poder brindarnos a otros desde un lugar de plenitud y no un lugar de carencia.

A la mayoría nos crían para ser el “algo” en relación a alguien más: la madre de, la esposa de, la hija de, la jefa de, la empleada de; un rol siempre en relación a otro. Y cuando perdemos ese rol nos sentimos perdidas y a la deriva, sin saber quiénes somos ni qué venimos a hacer.  

Por eso la reina demasiado buena, aunque representa un papel tentador para muchas porque los demás nos ven como mujeres fuertes y abnegadas, en realidad es una trampa de la que, cuando logramos salir, lo hacemos con resentimiento y amargura hacia aquellos a los que servíamos y que sentimos no apreciaron todo lo que les dimos, como un esposo que se quiere separar, un hijo que se va de casa, un jefe que nos despide o una amiga que deja de hablarnos. Todos ellos se convierten en seres traicioneros, cuando en realidad fuimos nosotras que nos pusimos en ese papel en primer lugar. 

La reina malvada

En el otro extremo se encuentra la reina malvada, como las de las películas de Disney y las villanas de los culebrones mexicanos y colombianos. Mujeres que solo buscan satisfacer sus deseos y necesidades, a costa del sufrimiento y opresión de otras personas. 

Y aunque la mayoría de nosotras no llegamos a ese extremo, seguro conoces a alguna mujer (¿alguien dijo suegra?) a la que no parece importarle los efectos que sus palabras y acciones tienen en los demás. 

Sin embargo, si somos sinceras nos daremos cuenta que a veces pecamos de ser un poco demasiado egoístas e insensibles. ¿Cómo has tratado a tu pareja últimamente? ¿Y a tus hijos? ¿A tus compañeros de trabajo? ¿A tu jefe? ¿Al portero del edificio? ¿Al cajero del supermercado? Estoy segura que todos pueden disfrutar de un trato más benévolo y amoroso de tu parte, sin que caigas en el papel de la reina demasiado buena. Lo cual me lleva al siguiente tipo de reina.

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La reina justa

Ahora que analizamos los casos más extremos en los que podemos caer cuando entramos en la temporada Leo y sacamos a la reina que llevamos dentro, analicemos la forma más saludable de trabajar esta energía, que es convertirnos en una reina justa. 

¿Cómo es una reina justa? Es una mujer que logra equilibrar sus deseos y necesidades con las de aquellos que la rodean. Es una mujer que, en lugar de sacarse el pan de la boca y dárselo a los demás para luego morirse de hambre, reparte el pan que hay en trozos iguales para cada uno.

Es una mujer que entiende que su pareja quizás hoy esté cansada y toma por ese día las riendas de las rutinas diarias, pero no deja que su pareja (ni nadie) se aproveche de ella y la transforme en una esclava de la casa, de los niños y del trabajo. 

Es una mujer que sabe lo que vale y no se anda regalando por ahí a cualquiera. Es una mujer que se valora y prefiere estar sola antes que mal acompañada. Que sabe que, como es una reina, solo puede aceptar a un rey a su lado, y no a un simple bufón. Y lo más importante es que sabe distinguir entre el rey y el bufón, no porque el primero tenga mucho dinero o un reino, sino porque tiene un corazón de oro, mientras que el bufón solo ofrece risa y diversión por un rato.

Una reina justa es también la que sabe poner límites: a sus hijos, a su pareja, a sus padres, a su jefe, a sus empleados, a sus amigas, a sus colegas. Sabe dónde empiezan y terminan sus derechos, y dónde empiezan y terminan los de los demás, y se ocupa activamente de respetarlos y hacerse respetar. 

Pero por sobre todo, una reina justa es una mujer que se ama plenamente aun conociendo sus fortalezas y debilidades, sus dones y sus defectos. Es una reina que ilumina a quienes la rodean con el brillo alegre de su corazón, con el resplandor de un alma auténtica, y la pureza de sus pensamientos, acciones y palabras. 

Por eso te invito a mirarte al espejo y ver a esa reina que tienes dentro. No es perfecta, y no es necesario que lo sea; solo es necesario que ame con toda la intensidad de su corazón y tenga intenciones puras y honestas, para consigo misma y para con los demás. 

Desde hoy 22 de julio hasta el 22 de agosto, disfrutarás de todo un mes para sacar a tu reina interior y brillar. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo sacar a la reina justa y equilibrada? Empleando las cualidades del signo Leo: amando más, riendo más, divirtiéndote más y jugando más, y encontrando el equilibiro en todo ello. Es de lo que la temporada Leo se trata. ¡Y verás cómo todo a tu alrededor se ilumina gracias a ti! Feliz temporada Leo.