Además de poner el arbolito, decorar tu casa, enviar tarjetas de felicitación y organizar un intercambio de regalos, Navidad y Año Nuevo son una buena oportunidad para reunirte con la familia (sobre todo si no lo haces muy seguido).
Manual para sobrevivir a las preguntas incómodas de la cena navideña

En la cena navideña puede ocurrir de todo: que alguien coma mucho más el resto de los invitados, que a algún tío se le pasen las copas y se porte impertinente, que a uno de tus sobrinitos no le guste su regalo y haga berrinche, que tus abuelos cuenten anécdotas familiares de hace muchos años, etc.
Sin importar las costumbres y características de cada familia, hay algo que ocurre en casi todas y es inevitable: las preguntas incómodas (sobre todo las que formulan tus tías). Es como una especie de conspiración universal, en la que estos miembros de la familia unen sus fuerzas para ponerte en situaciones poco agradables.
Si se tratara de otras personas probablemente las ignorarías, les darías cualquier respuesta o, de plano, las mandarías a freír espárragos. Pero como son tus queridas tías, no puedes hacer eso y muchas veces no te queda más que sonreír y aguantar el interrogatorio. Para que ya no sufras más con las preguntas molestas, te damos algunas opciones de respuesta para salir triunfante en esas cenas familiares y que tu única preocupación sea disfrutar los alimentos, la comida familiar y los regalos.
#1 ¿Y el novio / la novia?
Es lo primero que tus parientes te preguntan cuando te ven llegar solo a la reunión. Si tienes pareja, bastará con que les digas que esa persona especial está con su familia, que otro día con mucho gusto la invitas para que saluden.
Por otro lado, si estás soltero, simplemente puedes responderles que por el momento no tienes novio o novia y que eso ya se los habías explicado en la reunión anterior (si es el caso). También puedes bromear un poco y decir que eso es problema de Santa Claus, que tú ya le pediste un ‘peor es nada’ en tu cartita y que esperas que Papá Noel sí te lo traiga esta vez.
Incluso puedes optar por una mentira piadosa y decir que acabas de conocer a tu persona ideal, que seguro esta es la buena. Digo, quién quita y el chico o chica que viste pasar por la calle de verdad es tu media naranja.

#2 ¿La boda para cuándo?
Una vez que los familiares terminaron de interrogar con los solteros, se van sobre los que tienen pareja. No importa si llevas 3 meses o 3 años, igual les van a preguntar cuándo piensan casarse.
La forma más fácil de evitar el tema es responder que no saben y simplemente cambiar de tema. Otra opción -que seguro los dejará desconcertados- es poner una fecha lejana, como abril del 2019. En ese caso es probable que haya una segunda pregunta: ¿por qué tanto tiempo? A lo cual simplemente puedes contestar que hay muchas cosas que hacer antes.

#3 ¿La tesis cómo va?
Es probable que tus tíos no sepan ni qué estudiaste o en qué trabajas, pero sí saben que no has terminado la tesis (si es tu caso). Lo mejor que puedes hacer es dar una respuesta muy simple como ‘bien’ o ‘ahí va’ y desviar la atención a algo más interesante como tu último logro laboral, el curso al que te inscribiste, etc.

#4 Ya vi tus fotos en Facebook, te la pasas de fiesta en fiesta, ¿cuándo vas a madurar?
¡Nunca! Ok, ok, seguro no les puedes responder eso o de lo contrario se armará todo un drama. Lo que sí puedes hacer es contestar con toda honestidad: Hay momentos para todo, para trabajar, para descansar y para divertirse. Quiero aprovechar mi tiempo y mi energía ahora que soy joven, pues no me gustaría convertirme en un señor(a) amargado(a) que dejó pasar sus mejores años sin hacer nada divertido. Además, si no hago cosas locas o absurdas a esta edad, no tendré nada que contarle a mis nietos cuando sea viejo ¿o no?

#5 Comparaciones y más comparaciones
No falta el tío o la tía que te comparan con alguno de tus primos, en especial si es uno de sus hijos o el susodicho no está presente. En esa conversación puedes responder un frío ‘me alegro por él (o por ella)’ y retirarte del lugar, así de fácil (aunque sea para ir al baño).
Si de plano ya te tienen harto con ese tema, puedes responder amablemente que comparar a los miembros de la familia no es agradable, que es sólo crea divisiones en lugar de unirlos más, y que a esa persona (el tío o la tía fastidiosos) no le gustaría que los estuvieran comparando con el tío que más dinero tiene, el que mejor te cae o el más guapo.

#6 Como que has subido de peso, ¿no?
Puede ser que no hayas subido ni un gramo y sólo sea la percepción de tu familiar (¿o serán ganas de molestar? No lo creo). Si es así, responde que no has aumentado nada y listo, lo dejas por la paz.
Por el contrario, si efectivamente hubo un aumento (que es muy tu problema), tienes varias opciones: negarlo (sobre todo si sólo es uno o dos kilos), decir que no te habías dado cuenta o burlarte con algo como: no se me ocurría ningún propósito para Año Nuevo, por eso mejor subí de peso y ahora puedo poner en mi lista que quiero reducir al menos una talla (si la persona que te preguntó tampoco está en su peso ideal, le puedes proponer ir al gimnasio juntos). Una vez dicho esto, te sirves doble ración de pavo y te retiras.

#7 ¿Y esa ropa qué?
Esta pregunta aplica para la ropa, los zapatos, el corte de cabello, el maquillaje, un tatuaje o cualquier cosa que esté sobre tu cuerpo. La interrogante puede tener dos vertientes: ridiculizar tu estilo y/o hablar de lo descompuesta que está la juventud de ahora pues, según ellos, en sus tiempos todo era mejor.
Para que te dejen tranquilo, basta con recordarles que lo mismo decían en la época de ellos, los mayores se escandalizaban de su forma de vestir y comportarse, y la historia seguramente se repetirá por los siglos de los siglos.
Es probable que te respondan que «ellos no seguían esas modas ridículas» (aunque lo hayan hecho), a lo cual puedes replicar que es una lástima que no se hayan dado la oportunidad de conocer cosas nuevas en su juventud, que eso explica por qué tienen tan poca empatía con la generación actual. Por supuesto ese no es tu caso y a ti te gusta conocer las novedades de la moda, sobre todo porque probablemente eso te permitirá comprender mejor a tus hijos cuando sean adolescentes.

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