Los tatuajes Ainu llevan su nombre por un grupo de indígenas que vivían en el norte de Japón. En su lenguaje, la palabra ainu significa gente o humanos. Estos indígenas provienen de los Jomon, que vivieron hace 12 mil años en Japón, y aunque el tiempo ha pasado, los Ainu mantuvieron muchas de sus costumbres artísticas.
Historia de los tatuajes tribales Ainu

Su economía se basaba en la recolección de frutos y la cacería, y se relacionaban directamente con el medio ambiente de manera cercana. Las cerámicas y pinturas encontradas revelan que los animales y plantas eran adorados como seres con una esencia espiritual, y se los denominaba kamuy.
Las esculturas que representan animales o seres antropomórficos eran probablemente utilizadas para curar enfermedades, infertilidad y otros males. Estas esculturas eran comúnmente pintadas, representando tatuajes o escarificaciones, lo que indica la importancia de estas prácticas en su cultura.
Los tatuajes ainu como protección

Para la cultura Ainu la práctica de los tatuajes era completamente reservada para las mujeres, ellas los realizaban y eran quienes los portaban. Aunque la última mujer Ainu completamente tatuada murió en 1998, se sabe que era una práctica común en este grupo.
Según la creencia los tatuajes habían sido llevados a la tierra por Okikurumi Turesh Machi, la Madre Ancestral, hermana menor del creador Okikurumi. La práctica de tatuar era pasada de mujer a mujer por la línea materna, generalmente por las abuelas o las tías, por lo que se las llamaba “tías de los tatuajes” o “mujer de los tatuajes”. Mientras hacían los tatuajes, recitaban hechizos que invocaban a la reina del fuego, Fuchi, sin la cual no podían comunicarse con otros dioses.
Los tatuajes se iban agrandando a medida que las mujeres crecían, cuando eran niñas se les tatuaba en los labios, y con el correr de los años se iba aumentando de tamaño alrededor de la boca y hasta las orejas. El tamaño implicaba que la mujer estaba lista para el matrimonio y además la protegía de espíritus malignos que quisieran entrar al cuerpo a través de la boca.
Prohibición de los tatuajes

En muchas épocas de la historia japonesa, los tatuajes fueron prohibidos para los Ainu, así como para otras culturas. Todos los niños nacidos desde ese momento ya no podían ser tatuados, debido a que fue considerada una práctica cruel, dolorosa e innecesaria.
Los tatuajes eran un requisito necesario para el casamiento entre los Ainu, así como para la entrada en el más allá. La prohibición no fue totalmente respetada en ningún período y muchos miembros Ainu tuvieron que sufrir la persecución.
Como muchas culturas, son poco comprendidas por la modernidad, y por tanto sus costumbres, a pesar de la resistencia, fueron desapareciendo con el tiempo. A pesar de todo, siguen siendo prácticas ricas en significados y con un basto conocimiento.





