Al escuchar su nombre, Jerry Springer se acercó al escenario. El lugar estaba lleno de figuras extrañas y peculiares con grandes garras y dientes quienes empezaron a tocar sus instrumentos mientras llevaban al popular presentador al centro. Allí lo esperaba un monstruo espacial quien no dudó en devorar al hombre, finalizando la presentación con la típica sangre falsa rociada al público.
GWAR, la banda que mezcla metal y humor que tienes que conocer

No, no estoy contando una extraña pesadilla a mi terapeuta. Ocurrió en la vida real. El grupo en cuestión es GWAR, un conjunto musical que ganó notoriedad en los noventa por sus apariciones en talk shows y sus interesantes vídeos en MTV. Notoriedad mainstream, claro está, porque solo basta ver la pinta de estos músicos para saber que se roban todas las miradas.
¿Cómo fue que estas personas pudieron subirse al escenario sin que alguien dijera: “ehm… creo que la cosa se les fue de las manos”? Pues con una buena explicación.
La basura del universo

Dave Brockie era bajista y vocalista de Death Piggy, una banda de punk sin una pizca de seriedad. Los músicos solían ensayar en una planta embotelladora abandonada alquilada por hippies a diferentes artistas.
Hunter Jackson y Chuck Varga eran otros de los frecuentes al lugar. Estudiantes universitarios, habían creado un colectivo creativo llamado Slave Pit Inc. que tenía la intención de grabar un corto llamado Scumdogs of the Universe.
¿De qué versaba? Pues básicamente se centraba en unas figuras aterradoras del espacio quienes habían sido condenados por sus crímenes a vivir en la Tierra. Aquí se aparearon con los animales, originando a la raza humana.
El creador de las criaturas espaciales no estuvo contento con los nuevos seres, así que tomó a los Scumdogs y los abandonó en la Artántida, pero las figuras eran liberadas años después por el calor producto del agujero en la capa de ozono.
Brockie adoró la idea y propuso añadirle música. Se llamarían Gwaaarrrgghhlllgh, nombre que acortaron tras dos presentaciones. Solo añadirían algo a la historia: los monstruos fueron descubiertos por Sleazy P. Martini, un magnate musical que huía de hacienda y quienes les enseñó a tocar instrumentos para llevarlos a Estados Unidos.
GWAR fue el segundo acto de las presentaciones de Death Piggy, pero pronto la banda tuvo que decidir entra un grupo u otro. Las figuras espaciales ganaron la batalla.
- This is Halloween (8): 9 bandas cuyos looks nos hacen creer que siempre es Halloween
¿Qué música es esa?

GWAR ha ganado dos nominaciones al Grammy, un reconocimiento que pareció nunca importarle a Brockie, ahora fallecido.
Para él, la importancia de GWAR iba más allá de la música. Sus letras eran sátiras políticas llenas de palabras violentas y sexuales, pero con un sonido y expresión tan propia, que resultó difícil etiquetarlos. De hecho, a los de la banda no les gusta ser estandarizados: ¿shock horror?, ¿metal? ¿heavy metal? ¿A quién le importa?
El propósito de la banda es precisamente no tener ningún sentido, provocar a la audiencia y generar una interacción. Porque lo que realmente representan las figuras de la banda es a cada una de esas personas que nunca consiguieron un nicho y que nunca se vieron retratadas en ninguna parte y que nunca fueron parte de algo. GWAR es una oda a ser un extraño.
Ahora ya no tienen tanta notoriedad como en los noventa, pero los de GWAR siguen haciendo música y muy buena. Sus verdaderos fans los siguen y siempre hay alguien nuevo que descubre su misticismo e inventiva. ¡Qué vivan las diferencias!









