Dos búsquedas en Google parecerían ser tan buenas para la salud de nuestro planeta Tierra como el dióxido de carbono generado al hervir una taza de té, de acuerdo a estudios realizados recientemente por el físico Alex Wissner-Gross de la Universidad de Harvard. Es entonces que el typeo inconsciente en el buscador genera aproximadamente unos 7g de CO2, mientras que el hervir una caldera totaliza los 15g.
Google es nocivo para el medioambiente, aunque Ud. no lo crea

Google opera y mantiene dantescos data centres a lo largo y ancho del globo y cuya locación, al igual que consumo energético y niveles de carbono residual, conserva en secreto; los mismos son los encargados de administrar cerca de unos 200 millones de búsquedas diarias estimadas globalmente y, con los data centres como uno de los complejos de consumo energético más intensivo imaginables, no es de extrañar entonces que su motor de búsqueda sea responsable por una muy poco-saludable inyección de CO2 diaria al planeta, en particular debido a la manera en la que han sido diseñados para operar: al realizar una búsqueda en Google, nuestra petición no es dirigida a un único servidor sino que, por el contrario, hace que varios de ellos "compitan entre sí" para proporcionarnos los resultados más rápidamente que el resto y minimizar las demoras, incluso estando ubicados en continentes distintos.
Y la (exquisita) respuesta de Google a todo esto:
"Nos encontramos entre los proveedores de búsquedas en Internet más eficientes"
Aparentemente no muy satisfecho con un único análisis al respecto, Wissner-Gross calculó además las emisiones de CO2 producto del uso individual de internet. Las cifras indican que la visita a una sitio web simple (léase: " atrapado en Internet desde 1995") generaría cerca de unos 0,02g de CO2 por segundo mientras que al aderezar el mismo sitio con algo de Flash y Java quemaría cerca de unos 0,2g de CO2 por segundo, algo que suponemos deja a YouTube como un asesino en serie de gatitos aún más malvado que el mismo Skeletor.






