"Eso me hace llorar", la respuesta de Will Smith al discurso sexista de Donald Trump

Como mujeres y como hombres, ¡deberíamos reivindicarnos! 

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Con la carrera a las elecciones en Estados Unidos, la lucha continua entre Hillary Clinton y Donald Trump emerge de cada rincón de internet y se hace difícil pasarla por alto. Como ciudadanos y como figuras con gran influencia en la sociedad, actores, músicos, comediantes y escritores famosos se han posicionado de un lado o del otro y con su presencia constante se hace aún más difícil escapar de las acontecimientos.

Los discursos de Trump y de Clinton se han transformado, en parte, en una disputa por el más y el menos sexista, machista o como quieran llamarle. Quienes apoyan a Clinton lo hacen en gran parte en virtud de esto, buscando defender con fuerza la reivindicación de las mujeres. Y aunque también están quienes aseguran que la victoria de Clinton no es igual a mejoras para el lugar de la mujer, los discursos de Trump parecen dejar mucho que desear. Así lo piensa Will Smith

"Eso me hace llorar"


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La estrella del cine que está a punto de sorprendernos con su actuación en Escuadrón Suicida no aguantó y sintió la necesidad de responder al discurso sexista que Donald Trump (consciente o inconscientemente, eso tanto da) ha dado a lo largo de su campaña 

"Que un hombre pueda referirse públicamente a una mujer como cerdo gordo, eso me hace llorar. Y que haya gente que lo aplauda, eso es una absoluta y maldita locura para mi".

Fueron las palabras de Will Smith en una entrevista con el sitio australiano de noticias news.com.au, a lo que agregó, "mi abuela me hubiera arrancado los dientes si me hubiese referido a una mujer como un cerdo gordo. Y no puedo entender cómo hay personas que lo aplauden por eso. Es una locura colectiva". No paró ahí, "si uno de mis hijos, me enfurezco de solo pensarlo, dice eso en un lugar público, no podrá vivir en mi casa nunca más". 

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El amor o el miedo, tanto da

"Creo que por más que queramos pensar que el amor es el mayor motivador del mundo, no lo es. El miedo lo es. El miedo es el más poderoso y peligroso motivador, porque cuando un humano se asusta, lucha", confesó Will Smith en la entrevista, y esto me lleva a pensar (perdonen que irrumpa con mi opinión personal y que trastoque el sentido original de su frase)... 

No somos ciudadanos estadounidenses, y quizá por eso muchos piensen que no nos incumbe si es Trump o si es Clinton, pero ya deberíamos tener asumido, que tal como el mundo se ha conducido hasta acá, nos afecta y mucho lo que pueda pasar en el, considerado por los teóricos y retóricos, primer mundo. Por eso, y nada más que por eso y por el miedo que tengo, me animo a interrogarme e invito a que ustedes también lo hagan. ¿No hemos sentido suficiente miedo y por eso nos paralizamos? Parálisis como sinónimo, o como motor, del conformismo, el discurso social que no pasa de eso y que no nos lleva a ningún acto. Nos conformamos con colocar una papeleta que elija a un candidato o a otro (y quiera el mundo que lo sigamos haciendo) pensando en cuál es el discurso menos peor y no en cuál es el que verdaderamente nos representa. Aceptamos las fallas de quienes nos lideran como defectos que debemos tolerar porque son seres humanos, cuando esas fallas olvidan por completo y afectan hasta lo más hondo a otros seres humanos. Cuando las fallas son conscientes, son más que un "errar es humano". 

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Un discurso como el de Will Smith, aunque algunos podrían decir que peca de falacia por ser un actor y no un verdadero experto en la cuestión, no debe pasar desapercibido. El efecto inmediato que las palabras de personajes famosos como Will Smith tiene sobre millones y millones de personas debe agradecerse y admirarse, porque sus palabras deben representar mucho más nuestras ideas que la de la mayoría de los candidatos del mundo. Ese discurso debería contagiarnos del miedo del que el actor habla y llevarnos a una lucha, y que no por lucha se entienda violencia sino amor, no a una simple viralización de vídeos y discursos, sino a una verdadera muestra de disconformidad que lleve a todos a replantearnos lo que queremos como sociedad. Que nos lleve a luchar no solo por un cambio en la mentalidad de los candidatos, sino también por un cambio en nuestra propia visión del mundo, en nuestros propios discursos y actos diarios que hacen que el mundo esté tal y como está. 

Porque Donald Trump no debería ni decir (mucho menos pensar) las cosas que hemos escuchado, ¿pero hasta dónde no son sus palabras un reflejo, una causa y una consecuencia de la sociedad en la que está inmerso? No solo en la sociedad norteamericana (como les gusta a ellos ser llamados), sino en la sociedad global, por lo menos la occidental. Porque eso que a Will Smith lo hace llorar, pasa infinitas veces en la cotidianidad del mundo y lo aceptamos, tal vez porque todavía no nos genera el miedo suficiente que nos saque de esa parálisis de la comodidad del no luchar. 

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¡Te invito a sentir miedo! ¿Te animas?