En este refugio de animales del Condado de Berks en Pennsylvania, niños y gatos han formado una poderosa e inesperada alianza: los pequeños se sientan con los gatos que aún no han encontrado hogar y les leen.
En este refugio de animales, los niños le leen a los gatos y los beneficios son para todos

Miau, cuéntame una historia
Para algunos niños en edad escolar, practicar la lectura puede ser frustrante: leer en voz alta ayuda pero ¿solos?. Este era el caso del hijo de la coordinadora de voluntarios del refugio, Kristi Rodríguez, quien tuvo una excelente idea: "quizás los gatos te puedan ayudar con los libros". La compañía felina se deleitó en las palabras del hijo de Kristi y él hizo nuevos amigos.
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Colby es otro de los niños que va al refugio de animales para leer. Al principio le costaba, lloraba y decía "no puedo, no puedo leer". Ahí entraron los gatos. Colby adora a los animales y ellos le dieron el apoyo, la paciencia y la compañía que necesitaba. Sus calificaciones mejoraron.
Ahora va 2 veces por semana al refugio, aunque ya convenció a su madre de que adoptara a 3 de sus amigos felinos que escuchaban sus historias. ¡Todos a la casa de Colby!
Así surgió Book Buddies: gatos y niños ayudándose casi "sin darse cuenta"
Sin saberlo, los niños están ayudando a los gatos a socializar... y los gatos, con su presencia, interés y gestos -miau-, prestan atención al ritmo de las palabras de los niños y así ellos desarrollan confianza y van mejorando su lectura. ¿Quién no querría leerle a un cuarto lleno de expectantes gatos?
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El beneficio es mutuo y muy simple. Este refugio forma parte del Animal Rescue League -esta es su web- y su programa funciona desde el 2013 y ha ayudado a más de 30 niños y muchos más gatos que, sin hogar, contaban con las historias de sus amigos humanos.
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Surgió probando, a una escala muy pequeña y es esa flexibilidad (los animales no nos juzgan ni nos presionan) que lo volvió tan beneficioso.




