Hay gente insegura de sus decisiones (o de la persona a quien escoge) que afirman que el matrimonio es como el demonio: Bullshit. La vida marital no es tan nefasta como la pintan. En una época en que el número de divorcios es cada vez mayor, y en la que muchos temen dejar la soltería, un e studio reveló que es posible tener una matrimonio feliz gracias a la personalidad de la pareja, y por supuesto, al trabajo en conjunto.
Cómo la personalidad de las personas introvertidas o extrovertidas influye en la felicidad de un matrimonio


Investigadores de la Universidad británica de Stirling y la Universidad de Manchester estudiaron a 2.015 individuos a lo largo de 8 años, dentro de este tiempo, 468 estaban casados.
De acuerdo al estudio, los niveles de felicidad son altos durante el primer año de matrimonio, pero luego estos, comienzan a bajar. Una de las conclusiones a las que se llegó fue que las mujeres que son conscientes de esto, tienden a tener una vida en pareja más satisfactoria en comparación a las que no.
Esto no quiere decir que las mujeres no aspiran a una felicidad mayor, sino que al tener en claro cuál es su situación, son capaces de trabajar más duro por su relación, algo que todos deberían hacer.

- También nos preguntamos: ¿Las personas sin hijos son más felices?
Por otro lado, se concluyó que las mujeres introvertidas y los hombres extrovertidos suelen ser más felices en su vida matrimonial que las mujeres extrovertidas y los hombres introvertidos.
Según los investigadores, todos los hombres tienen un aumento en su satisfacción con la vida en la etapa prematrimonial, pero los extrovertidos parecen experimentar este sentimiento a largo plazo durante el matrimonio; por su parte, los introvertidos presentan caídas significativas, tanto así que sus niveles son más bajos que los de aquellos que nunca se casaron.
¿Que el matrimonio reduce la felicidad en general? Eso no es cierto. Otra conclusión que se llegó con este estudio fue que si el matrimonio es una fuente de consuelo en lugar de estrés, sus posibilidades de éxito son exponencialmente mayores.
Explican que la satisfacción puede aumentar tras el matrimonio, pero que esto no responde al estado civil en sí, sino a la protección de un individuo a otro cuando se encuentran con altos niveles de estrés.

Los académicos involucrados descubieron con datos lo que muchas de nuestras abuelas conocieron por experiencia: la felicidad en la vida en pareja no se trata de la emoción que da una boda, sino en el trabajo duro, en que las personalidades de ambos sean complementarias, y en que haya un sentimiento de protección del uno hacia el otro.
Pero, apartando a los sabiondos de la academia, psicología y ciencia: la clave de un matrimonio feliz está en que ambos sean genuinos, reales y transparentes desde el principio, y en saber que encontraste a la persona para vivir el amor real, lejos de lo que el amor adolescente y fantasioso nos pinta en las películas. La armonía entre ambos, aceptándose tal y como son, puede más que lo introvertido o extrovertidos que puedan ser.




