Brasil obtuvo su primer medalla de oro en estos Juegos Olímpicos, pero no logra destacar en el fútbol

A pesar que Argentina dio la sorpresa y se quedó con la primer medalla dorada para Latinoamérica, se seguía haciendo desear la primer medalla de oro para el país anfitrión. Este martes, y curiosamente en el mismo deporte que la argentina Pareto, el judo, Rafaela Silva consiguió la primer alegría para Brasil, con la medalla dorada en la categoría para menores de 57kg.

Tras vencer a la atleta que representaba a Mongolia, Sumiya Dorjsuren, la brasileña de 24 años se quedó con el máximo premio y grabó su nombre en el medallero. No solo significó una celebración "local" para sus compatriotas, sino especialmente para la ciudad de Río de Janeiro, de donde Silva es originaria. Obviamente un momento sumamente emotivo para lo que va de estos juegos, donde se siguen imponiendo las grandes potencias y las medallas parecían esquivas para los latinos.

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Además de las ya mencionadas Paula Pareto y Rafaela Silva, la tercer medalla de oro sudamericana, en este caso en halterofilia (levantamiento de pesas) fue para Colombia, de la mano Óscar Figueroa, que se quedó con la mejor posición en la categoría masculina para menores de 62kg. No menos importante es la cuarta y última medalla ganada hasta ahora por Latinoamérica, segunda por brasil, donde Felipe Wu consiguió la segunda posición en tiro, categoría 10m con pistola de aire; en lo más alto del podio, y superando al brasileño por apenas 0.4 puntos, se impuso el vietnamita Hoang Xuan Vinh.

¿Y Neymar?

Y ya que hablamos de Brasil, lo que más sorprendió, aunque no de la forma en que se esperaba, es la baja forma del equipo de fútbol, donde a pesar de contar con su gran estrella Neymar Jr., el equipo no solo no ha logrado ganar ninguno de sus dos partidos, sino que además de enfrentar a equipos bastante accesibles a priori como Sudáfrica e Irak, tampoco han logrado anotar goles, con dos empates 0 a 0. La preocupación es real para el astro del Barcelona y para toda la afición de Brasil, ya que de no ganar su próximo encuentro frente a Dinamarca, quedarían eliminados de la competencia.

Esto podría ser otro gran fracaso para el fútbol brasileño, que se suma a la dolorosa y recordada derrota frente a Alemania por 7 a 1 en su propio Campeonato Mundial, o la temprana eliminación en fase de grupos de la Copa América Centenario apenas unas semanas atrás.

Para Brasil, el fútbol siempre ha sido el deporte por excelencia, pero lo que antes parecía cosa de todos los días, ahora parece negárseles una vez tras otra.