Después de toda la incertidumbre y la expectativa acumulada, y de que las apuestas definieran a sus favoritos, finalmente la Academia Sueca anunció que el Premio Nobel de Literatura 2016 sería para Bob Dylan —«por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana»— y sorprendió a todo el mundo.
Bob Dylan, el Premio Nobel y una encendida polémica: ¿está bien que lo haya ganado?

La distinción marcó un hito histórico: es la primera vez que el Nobel de Literatura lo gana alguien que se ha dedicado a escribir canciones y no libros. Así que la decisión ha tenido una enorme repercusión y ha generado toda clase de reacciones y de interesantes debates.
Un galardón sin precedentes
Grandes artistas, políticos, personalidades de la cultura y celebridades respaldaron la decisión de la Academia Sueca de manera implícita al felicitar a Bob Dylan por el premio, valorando su extensa obra y su legado artístico, o rememorando algunas de sus composiciones más emblemáticas, como para recordar la importancia de sus letras.
I am ecstatic that Bob Dylan has won the Nobel. A great and good thing in a season of sleaze and sadness.
— Stephen King (@StephenKing) October 13, 2016
"Estoy muy contento de que Bob Dylan haya ganado el Nobel. Algo maravilloso y bueno en tiempos de sordidez y tristeza"
Congratulations to one of my favorite poets, Bob Dylan, on a well-deserved Nobel. https://t.co/c9cnANWPCS
— President Obama (@POTUS44) October 13, 2016
"Felicitaciones a uno de mis poetas favoritos, Bob Dylan, por su bien merecido Nobel"
No faltaron alusiones a Trump, y mensajes de escritores que también eran considerados como candidatos desde hace mucho tiempo:
"Bob Dylan es un saludable respiro que interrumpe la oleada de monstruosidades de T***p. El Dylan de los 60 hubiera sido feroz con T***p"
From Orpheus to Faiz,song & poetry have been closely linked. Dylan is the brilliant inheritor of the bardic tradition.Great choice. #Nobel
— Salman Rushdie (@SalmanRushdie) October 13, 2016
"De Orfeo a Faiz, la canción y la poesia han estado siempre asociadas. Dylan es el brillante heredero de la tradición de los bardos. Gran elección"
Otros vieron la distinción como poco convencional o simplemente revolucionaria
Ciertamente, considero que se puede interpretar el premio a Dylan como una suerte de manifiesto que establece que la literatura es independiente de su formato, y que se trata esencialmente de expresar, desafiar o conmover a través de la palabra, cosa que Dylan ha hecho más que ninguna otra.
“Al elegir un músico popular para el premio literario más prestigioso del mundo” consideró el New York Times, “la Academia Sueca ha redefinido drásticamente los límites de la literatura”.
Sara Danius, la vocera de la Academia Sueca, habló de Homero y a Safo e hizo referencia a los inicios de la literatura como género oral, generalmente recitado o cantado, para justificar el premio.
Lo mismo hizo el músico Tom Waits, uno de los cientos de artistas cuya carrera no se puede explicar sin la existencia de Bob Dylan:
"Es un gran día para la literatura y para Bob cuando un Maestro en su forma original es celebrado. Antes de que los cuentos épicos y los poemos fueran escritos, estos viajaban a través del viento y la voz humana, y ninguna voz es más grande que la de Dylan"
No todos celebran
Pero entre todo esto, se alzaron las voces críticas.
Entre ellas se encuentra la crítica más común y acostumbrada con cada Premio Nobel de Literatura: la enumeración de otros posibles merecedores que injustamente no han sido distinguidos, lo que, al premiar alguien que no se dedica exactamente a escribir libros, parece una afrenta todavía peor.
Es una crítica sin demasiado sustento ya que siempre habrá más artistas de renombre, prestigio y/o popularidad que Premios Nobel para dar (uno por año) y la discusión en torno a premios no dados es inútil e inconducente. No premiar a un artista no tiene ningún efecto real sobre la literatura, el autor o la cultura (Ni Borges ni Proust ni Joyce ganaron el Nobel, y ahí están).
Otros cuestionamientos hablaron sobre un supuesto gesto populista de la Academia Sueca, o de esto como una señal más del fin de la literatura (nunca faltan los apocalípticos, que probablemente también auguraron el fin de la literatura en 1953, cuando lo ganó Winston Churchill), una interpretación elitista y conservadora que considera que si la música popular es considerada literatura entonces todo es literatura y, por lo tanto, nada es literatura.
En ese sentido, otros argumentaron que el premio no tiene sentido porque Dylan es para escuchar y no para leer, o que la literatura es una actividad esencialmente silenciosa y solitaria, confundiendo literatura con el acto de leer.
Irvine Welsh, el autor de Trainspotting, criticó duramente a las autoridades del Premio Nobel:
I'm a Dylan fan, but this is an ill conceived nostalgia award wrenched from the rancid prostates of senile, gibbering hippies.
— Irvine Welsh (@IrvineWelsh) October 13, 2016
“Soy fan de Dylan, pero este premio es nostalgia mal entendida y sale de la próstata rancia de hippies seniles y balbuceantes”
El novelista indio Hari Kunzru tampoco estuvo contento:
This feels like the lamest Nobel win since they gave it to Obama for not being Bush
— Hari Kunzru (@harikunzru) October 13, 2016
"Este parece el Nobel más flojo desde el que le dieron a Obama por no ser Bush"
Tal vez esta sea la explicación más sencilla:
- El de Literatura se lo damos a Haruki Miru... Huraki...
— Pijortera 🍬 (@LaPijortera) October 13, 2016
- Es Hikaru Makirumi
- Hariku Mukirami
- Haiku...
- A tomar por culo, a Bob Dylan. pic.twitter.com/YdUSG1uFdK
Bob Dylan, mientras tanto, sigue sin dar declaraciones y, aunque ayer, después del anuncio, dio un concierto en Las Vegas, no dijo ni una palabra sobre su Premio Nobel.
No sabemos si tocó "Positively 4th Street", pero esa sería una respuesta apropiada.








