En la falda del Monte Fuji yace uno de los lugares más espeluznantes sobre la faz de la Tierra: Aokigahara, conocido como el bosque de los suicidios.
Aokigahara es el segundo lugar más popular para suicidarse en el mundo y estas son las posibles razones


Pareciera que el lugar fue extraído de una película de horror, pero es totalmente real. Ni siquiera la película The Forest, inspirada en lo que ocurre desde hace décadas en ese lugar, le hace verdadera justicia. En el filme, una extranjera que busca a su hermana perdida trata de investigar los misterios de las almas atormentadas que pululan entre la maleza de este sitio.
En la realidad, Aokigahara es el segundo lugar más popular para suicidarse en el mundo después del Golden Gate Bridge en San Francisco. Desde los 70, el gobierno japonés ha reportado el hallazgo de más de 100 cuerpos de suicidas en el bosque. Esta cifra no es del todo fidedigna ya que se estima que muchos cuerpos nunca se han recuperado. Además, a principios de los 2000 las autoridades dejaron de reportar los hallazgos en un intento de desmitificar el lugar y así mitigar las muertes pero se estima que los suicidios siguen ocurriendo. Nadie tiene una explicación exacta de por qué este lugar resulta tan atractivo para aquellos decididos a abandonar este mundo por decisión propia. Pero sí hay varias teorías.
La primera muerte por suicidio en el lugar la protagonizó un monje budista. El hombre escogió morir por inanición en su búsqueda de la ascensión espiritual. A este le siguieron varios monjes más y desde entonces se dice personas con otras razones para quitarse la vida comenzaron a usar este lugar con ese fin.
Las posibles causas

El lugar pareciera ser la confirmación de que el suicidio en Japón es básicamente una cultura. En el tiempo de los samuráis, autoaniquilarse se consideraba una salida honorable ante un fracaso. Más recientemente, tenemos el caso de los pilotos kamikaze de la Segunda Guerra Mundial que se estrellaban sin titubear contra sus dianas.
Todavía en el Japón de hoy, el suicidio es visto de esta manera pues es la primera causa de muerte en hombres entre 20 y 44 años de edad. Solamente en el 2014, más de 25,000 japoneses se suicidaron. La búsqueda de apoyo en situaciones adversas no es muy bien vista en la sociedad japonesa, por lo que muchos se sienten irremediablemente solos. Pero, ¿por qué elegir este bosque como destino para morir?
Un factor importante podría ser la novela del escritor Seicho Matsumoto, publicada en 1960 bajo el título Kuroi Jukai (El Mar Negro de Árboles). La obra describe un bosque donde ocurren muchos suicidios. Similar a los mitos en la novela, se dice que fantasmas en forma de pájaros atormentan a los visitantes del bosque. Muchos creen que una vez que entras al bosque este decide si vivirás o morirás presentándote caminos que conducen a uno u otro destino.

Otro escritor, Wataru Tsurumi, cita a Aokigahara como el “lugar ideal” para suicidarse en su libro Manual Completo del Suicidio, publicado en 1993. El libro fue prácticamente prohibido en Japón unos años más tarde.
Por otra parte, hay factores naturales involucrados: el suelo volcánico del lugar tiene un alto contenido de hierro que tiende a desorientar a las brújulas y a interferir con los sistemas de GPS. Esta es la razón por la que los investigadores del tema presuponen que parte de las muertes se deben a que muchos de los caminantes simplemente se pierden y nunca logran salir del bosque.
¿Cómo evitar las muertes?
Es muy difícil prevenir suicidios en un área de 36 kilómetros cuadrados de espeso bosque con algunas áreas de muy difícil acceso.
Desde hace años, el gobierno ha minado los trillos del lugar con carteles donde se trata de disuadir a quienes merodean el área con intención de quitarse la vida, “Tu vida es un regalo preciado de tus padres. Piensa en ellos y en el resto de tu familia. No tienes que sufrir solo".
Estas señales incluyen el número de una línea caliente para casos de suicidios y muchas cabinas telefónicas con servicio gratuito se han ubicado a lo largo de los caminos de Aokigahara.
¿Visitarías este tenebroso bosque si algún día estás en Japón?




