7 señales de que estamos viviendo en una sociedad orwelliana

George Orwell —cuyo verdadero nombre fue Eric Arthur Blair— fue uno de los escritores ingleses más críticos y más reconocidos de la historia. Entre todas sus novelas sin dudas las más famosas son 1984 y Rebelión en la granja.

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Orwell, en su libro 1984, plantea una sociedad que se encuentra incesantemente vigilada por distintos mecanismos de invasión a la privacidad en donde una especie de dictador llamado « el Gran Hermano» controla desde la forma en la que actúan las personas hasta la forma en la que piensan.

Lo más preocupante de las novelas de Orwell es que, aunque han sido publicadas hace más de medio siglo, siguen estando vigentes y nuestras sociedades son cada vez más parecidas. Estas 7 señales de que vivimos en sociedades orwellianas no son las únicas.

1. Las herramientas de vigilancia

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Si es que existe un artefacto icónico de la sociedad orwelliana ese es sin dudas la cámara de seguridad. Su capacidad para vigilarnos constantemente y el poder que le brinda al Estado para estar al tanto de prácticamente todo lo que hacen los ciudadanos es lo que las hace tan polémicas.

Sin embargo, las cámaras no son las únicas herramientas: todo lo que hacemos en nuestras computadoras y en nuestros celulares está siendo constantemente monitoreado por diferentes algoritmos estatales y de empresas privadas que desean saberlo todo. Siempre estamos siendo vigilados.

2. El doblepensar

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Si hubiera que definir al doblepensar se podría decir que es el fenómeno mediante el cual las personas son capaces de sostener en su mente 2 ideas contradictorias. En este caso se pueden señalar muchos ejemplos, desde corrientes ideológicas hasta corrientes políticas que promueven una cosa y hacen otra o que sostienen ideas que se contradicen entre sí mismas. 

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La herramienta del doblepensar es una herramienta importante para los gobiernos debido a que les permite ejercer un engaño consciente en donde las personas son capaces de sostener razonamientos incoherentes sin que eso parezca ser importante. 

3. La propaganda 

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Si existe algo que caracteriza a la sociedad en la que vivía Wilson —el protagonista de 1984— era la obligación que tenían las personas de recibir publicidad estatal en todo momento para generar adhesión, fanatismo y fidelidad al Gran Hermano.

La publicidad de las empresas estatales o de los propios gobiernos con sus discursos y pidiendo el voto durante las elecciones también forman parte del sistema.

4. La amenaza externa 

Existe una realidad demostrada a lo largo de la historia y es que los pueblos suelen unirse cuando tienen un enemigo en común. En la novela orwelliana ninguno de los continentes involucrados en la guerra desea terminarla pues les permite controlar a sus miembros y tener una excusa decente para hacerlos vivir en la miseria.

En nuestra época la consigna es distinta pero bastante parecida. Los ataques de falsa bandera son cada vez más normales y los distintos gobiernos mundiales parecen estar creando enemigos imaginarios para obtener una excusa para seguir asesinando personas con el aval de los ciudadanos consumidos por el miedo y el estado de alerta.

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5. La historia modificada

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En la novela de Orwell es un práctica de lo más común el reescribir la historia para hacerla funcional a los intereses gubernamentales. Esta práctica bien puede ser asociada a la famosa frase « la historia la escriben los vencedores». 

En la época en la que vivimos solemos conocer la realidad oficial de casi todos los sucesos históricos aunque en muchos casos no podamos estar seguros de que sea verídico. Los medios de prensa como la televisión y los periódicos políticos son una gran herramienta para contar la historia que se quiere contar.

La realidad es como la señaló Orwell: una vez que todos quienes vivieron un suceso han muerto, a efectos prácticos la historia que se encuentra en los libros pasa a ser la verdadera.

6. La neolengua

Entre varios de los mecanismos orwellianos también podemos encontrar a la neolengua. Este mecanismo perseguía como objetivo el evitar que las personas cometieran «crímenes del pensamiento». 

Esta práctica se puede relacionar a lo que actualmente conocemos como « lenguaje políticamente correcto» en donde la lengua muchas veces es modificada para promover ideas o conceptos que no estaban en su significado original tratando de transmitir mediante la comunicación distintas lineas de pensamiento. 

7. Las personas

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Las propias personas somos sin dudas la base del sistema orwelliano. Por un lado en la sociedad descrita por Orwell las gran parte de las personas aceptaban al sistema opresor, promoviéndolo y protegiéndolo de quienes estaban en contra. Las personas terminaban aceptando el sistema opresor y estando de acuerdo con su existencia. 

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En la época actual, los diferentes sistemas opresores —como puede ser el machismo o el conservadurismo—, cuentan con millones de adeptos que además se encargan de agredir a quienes se posicionan en contra. Este sistema también es conocido como «la opresión del oprimido sobre el oprimido». 

Este mecanismo es bastante similar a un mecanismo de la sociedad orwelliana llamado «los 2 minutos de odio» en donde las personas se juntaban a criticar e insultar a un alto mandatario para dejar salir su frustración. En la actualidad las personas se congregan en Twitter y además de insultar a los gobernantes se dedican a criticar a los famosos. 

¿Encuentras otra señal de que estamos viviendo en sociedades orwellianas? ¿Crees que es cierto o crees que es exagerado? 

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