5 momentos en los que una carcajada puede ser la mejor solución

Los beneficios físicos y emocionales de la risa son muchos. Además es contagiosa, lo que nos ayuda a conectar muy bien con los demás. Aunque es la respuesta evidente en momentos alegres, la risa también puede ser la mejor reacción frente a situaciones que parecen frustrantes y desesperadas.

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Una carcajada no solo nos hace más felices, también puede cambiar la atmósfera de todo el lugar y mejorar nuestro ánimo para que podamos resolver los problemas con efectividad. Si te detienes a pensarlo, muchas veces solo hace falta una persona positiva para convertir todo en una oportunidad para la diversión.

En lo personal he vivido muchas situaciones en las que decidí reír en vez de llorar y todo fue más fácil. Aquí te las comparto para que te rías tú también.  

1. ¿Dónde están mis espejuelos?

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Esta es la pregunta que termino gritando por toda la casa cada vez que ando buscando desesperadamente mis lentes antes de salir. El misterio se revela cuando por fin me miro a un espejo y los veo encima de mi cabeza, donde estuvieron todo el tiempo. En esos casos no queda otro remedio que reírse y salir rápido, antes de que se haga más tarde.

2. Las llaves en el baúl del carro

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Uno de estos días, mientras sacaba las bolsas del supermercado del baúl del auto, por alguna razón pensé que el mejor lugar para poner las llaves mientras tanto sería: el mismísimo baúl. Lo cerré y el resto es historia. ¡Todo quedó afuera y las llaves adentro! Me tocó respirar, buscar ayuda y luego morirme de la risa por mi despiste.

3. Una buena forma de entrar a la casa

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Un día, mientras organizaba mi casa, recordé que había olvidado algo que necesitaba en el carro. Salí, lo encontré, pero cerré la puerta de mi casa con seguro ¡y dejé las llaves adentro! En mi desesperación, vi una luz al final del túnel: la diminuta ventana de la cocina estaba abierta y aunque parecía imposible poder entrar por ella... ¡lo conseguí! Además de reírme a carcajadas por un buen rato, me sentí orgullosa de mi logro.

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4. Cuando casi me deja el avión

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Tenía planeado un viaje y decidí llegar al aeropuerto en tren. Ese día, todos los trenes estaban más lentos que de costumbre. Me tomó una eternidad llegar y para colmo la fila de seguridad era inmensa. No me desesperé, comencé a hablar con personas en la misma situación y luego de todo el proceso llegué al avión 5 minutos de que cerraran la puerta, justo como en las películas. ¡Fue emocionante y me reí mucho!

5. Una cita horrorosa

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Conocí a alguien por internet que me pareció encantador y concertamos una cita. Llegó el día y cuando llegó, ¡no era ni la sombra de lo que había visto online! En el momento fue una situación muy incómoda, pero también graciosa. Es, con toda seguridad, una de mis mejores anécdotas. Cada vez que la recuerdo junto a mis amigos nos morimos de la risa.  

Si nos estresamos o enojamos por esas pequeñas situaciones que nos ocurren en la vida, solo conseguiremos llenarnos de más estrés y ansiedad. ¡Búscale el lado bueno y gracioso a tu día! Cuéntanos, ¿qué momento complicado te ha sacado una carcajada?

Ver además: La ciencia de la risa: ¿Qué pasa en el cuerpo cuando nos reímos?