¡No lo podemos evitar!
14 situaciones en las que todas hemos considerado convertirnos en asesina serial

Debemos reconocerlo, somos seres muy emocionales y hay momentos del día a día que nos superan, al punto de ponernos de un mal humor inaguantable. ¡Es que hay cosas que nos agotan la paciencia! Y casi que nos dan ganas de matar a quien nos lo provoca (no literalmente, claro. ¿O si?).
¡Gritémoslo a los cuatro vientos! Estas son las 14 situaciones en las que todas consideraríamos convertirnos en asesinas seriales.
1. Cuando vamos caminando y nos pisan

¡Qué molesto! Ir tranquilamente caminando por la calle y que algún distraído te pise el zapato desde atrás, ¡y todavía te lo quite!
2. Los viajes en transporte público

Hay innumerables situaciones en los viajes en transporte público que sin dudas nos SACAN de quicio.
Que alguien nos estornude encima, que griten, que te pateen el asiento, que te pasen por encima como si fuera el fin del mundo para agarrar un asiento... en fin. ¡Me dieron ganas de ser una asesina serial solo de pensarlo!
3. Cuando alguien publica TODO en Facebook, TODO el día

¡Por favor! ¡Algún alma caritativa que le hackee la cuenta!
Qué molesto es mirar el inicio y que te aparezcan millones de publicaciones de la misma persona que parece que para lo único que vive es para publicar en Facebook.
4. Los grupos imparables de WhatsApp en donde hablan TODO el tiempo
Dejas el celular de lado por unos minutos y cuando lo vuelves a mirar tienes más de 50 nuevos mensajes de WhatsApp del mismo grupo.
¿Por qué tienen que mandar tantos mensajes? ¡Son insoportables! Gracias a quien haya agregado la opción de silenciar... sino serían varios los "asesinados".
5. Las personas que se ponen adelante de la escalera a charlar y no te dejan pasar

¿No había un lugar mejor para ponerse a hablar? ¡Salgan de mi camino!
6. Cuando ponen las balizas en cualquier lugar y creen que están apretando un botón de invisibilidad

Como si las balizas les dieran derecho a parar en el medio de la calle sin motivo alguno. ¡Me estresa!
7. Las vendedoras que te persiguen o te preguntan cómo te quedó a cada rato

Te estás probando tranquilamente unas prendas en el probador y la vendedora te abre la cortina para preguntarte cómo te queda.
Señora vendedora: si hay una cortina es porque NO quiero que me vean mientras estoy en ropa interior cambiándome, ¿se entiende?
8. Cuando tu abuela te pregunta por tu ex
¿Mi ex? ¿El que me dejó hace 4 años? ¡Gracias por recordármelo!
9. Cuando alguien tranca la caja del super porque se olvidó que tenía que comprar algo más

Luego de una larga espera en la fila de la caja del supermercado, mientras la persona que va adelante descargó un carro lleno de compras. Estás a punto de avanzar, casi te toca, y... ¡el que está adelante se acuerda que se olvidó de algo y sale a buscarlo!
Te quedas 20 minutos más esperando mientras vuelve... ¡qué desesperación!
10. El que pregunta todo en una clase y no deja escuchar al resto

¿Hay necesidad de que pregunten TODO? ¡Y todavía se ponen a charlar! Ya sabemos que saben del tema, callen y dejen oír la clase, gracias.
Y también está siempre el que te pregunta qué dijo el profesor cada cinco segundos y no te deja seguir el hilo de la clase. ¡Y todavía el profesor los pilla y te reta! Grrrr.
11. Cuando le dices Buen día a alguien y no te responde

Como persona educada que soy, digo buenos días a los vecinos, colegas del trabajo, y a toda la gente conocida que me cruce.
Al menos por cortesía podrían devolverme el buenos días, ¡¿qué les cuesta?!
12. Cuando pides permiso y no se mueven
Si te pido permiso es porque quiero pasar, no que te quedes inmóvil.
13. Cuando la persona delante tuyo en el cajero automático demora mucho

¡No lo entiendo! Es tan simple como entrar, retirar el dinero del cajero automático, y salir. ¿Qué es lo que se quedan haciendo ahí dentro que tardan tanto?
14. Las reuniones eternas en el trabajo

Una reunión de cinco minutos termina durando DOS horas. O peor aún, hacen una reunión para decir dos palabras, ¡que perfectamente podían comunicarse vía e-mail!
De seguro haya miles de situaciones en las que tu paciencia llega al límite y un instinto inexplicablemente asesino nace dentro de ti. ¡Tranquila! Respira hondo y cuenta hasta diez.









