Un retorno sorprendente en Dexter [Crítica 8x06]

Si algo nos ha enseñado Dexter durante los últimos años es que no debemos perder las esperanzas. La regularidad no es el punto fuerte de la producción estrella de Showtime, que intercala algunos de los momentos más memorables de la televisión moderna, con otros esperpénticos y ridículos.

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Expectativas

Mi admiración ciega hacia este personaje tan atractivo que, bajo el punto de vista de un servidor, ha parido la televisión moderna es la auténtica razón por la que aún mantengo esperanzas en esta octava temporada. Ah, y por el retorno de alguien que puede revolucionar el cotarro a base de bien...

Pero no voy a engañarlos, esta temporada final está resultando floja y decepcionante. Tramas dispersas que no llevan a ningún lado, personajes desaprovechados y otros con demasiados minutos poco merecidos de pantalla, incoherencias argumentales bastante graves… En definitiva, una concatenación de errores que deben paliarse en los próximos episodios si queremos tener un final a la altura de las expectativas.

Mentor

Dexter sigue tras los pasos del joven Zack ( Sam Underwood), el verdadero culpable del asesinato de Norma Rivera. El muchacho muestra una siniestra fijación por la sangre y va paseándose por las escenas criminológicas de la ciudad con cámara en mano, fotografiando a los cadaveres. Al igual que Dexter en sus tiempos mozos, Zack alberga una oscuridad incontrolable en su interior y la doctora Vogel ve un potencial en el muchacho.

Imagen Showtime

Aquí es cuando Dexter ( Michael C. Hall) no atiende a razones ni argumentaciones ante la doctora; Zack es culpable y por tanto merece morir. Es la lógica que ha impuesto durante toda su vida y que ha logrado saciar su sed de sangre. Seguir el código es la razón de su ser, pero en este episodio se abre una nueva brecha existencial del asesino, al darse cuenta que puede ayudar a Zack a encauzar su oscuro pasajero y seguir su estela.

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El código

Por tanto, volveremos a ver a Dexter trabajando codo con codo con Vogel ( Charlotte Rampling) para redefinir el código de Harry y ejercer de mentor espiritual de Zack. Si me preguntan a mí, humilde espectador, diría que Sam Underwood no tiene ni un cuarto del carisma requerido para tener un papel tan relevante a estas alturas.

Claro que si fuese por mí el departamento policial de Miami estaría detrás de los hermanos Morgan desde el primer capítulo de esta temporada, así que tampoco me hagan mucho caso. Eso sí, el oscuro pasajero de Dexter debe explotar por algún lado en lo que resta de temporada; queremos ver su faceta más oscura e incontrolada. La catarsis del personaje llegará el día en que abandone por completo el código y se inmiscuya en una espiral destructiva que nos muestre su verdadero ‘yo’.

Imagen Showtime

Secundarios

No le quiero dedicar más de un párrafo a las siguientes subtramas: la hija de Masuka, la elección del nuevo sargento, los ligoteos de Dexter y las desavenencias familiares del investigador privado Jacob Elroy. Todas y cada una de ellas son desechables, no aportan absolutamente nada y su único logro es provocar bostezos por doquier entre los espectadores. Parece imposible que los mismos guionistas que crearon la historia de Trinity nos vendan unos argumentos dignos de telenovela venezolana.

Tras serle negado el puesto de sargento, Quinn anda tras los pasos de Zack para demostrar su valía ante Baptista. Ahora que Dexter es el nuevo mentor del chico, no os extrañe que el sueño de muchos fans se haga realidad y veamos a Quinn como invitado de honor en la mesa del asesino. De momento Quinn ya ha estado a punto de pillar a Dexter con las manos en la masa…

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Cliffhanger impactante

Pero como he dicho al principio, no podemos perder la esperanza en una serie que nos ha dado tantos buenos momentos. Cuando el capítulo está llegando a su fin, Deb ( Jennifer Carpenter) y Dexter pierden repentinamente el conocimiento y aparece la gran Hannah Mckay, regalándonos el mejor cliffhanger de la temporada. Ya se sabía que el personaje volvería y eso resta impacto a la escena, pero no quita que su retorno sea una fantástica noticia para la serie.

Imagen Showtime

La incorporación de Hannah Mckay es clave para que esta floja octava temporada recupere el pulso y consiga hacernos vibrar de nuevo. Su presencia será un punto de inflexión para Dexter y puede poner en jaque la mejorada relación de los hermanos Morgan. ¿Que les parece la vuelta de Hannah?