La séptima temporada de Dexter no será igual a ninguna otra de la serie que ya lleva ocho años en el aire. Si bien Dexter ( Michael C. Hall) ya había mostrado su Oscuro Pasajero a otras personas, hacerlo a aquella que más quiere en el mundo no será tarea fácil y habrá que ver cómo se desenvuelve para seguir con su adicción…o terminar con ella.
Un nuevo código en Dexter [Crítica 7x02]

Un nuevo código

El episodo comienza con la escena del capítulo anterior, donde Dexter y Deb ( Jennifer Carpenter) se encontraban cara a cara luego de que ella descubriera todo su arsenal y quién era en realidad. Intenta huir, pero Dexter le pide que recapacite y le cuenta en qué consiste su “adicción”, por lo que vuelven adentro para seguir hablando.
Al día siguiente Deb le propone un plan para ayudar a superar su problema y este consiste en mudarse juntos y no despegarse por un minuto. Ante esto no puedo evitar pensar qué pasará con los sentimientos encontrados que Deb había empezado a tener por su hermano adoptado, pero hasta ahora más que algunos guiños del guión sugiriéndolos como pareja, nada ha pasado.
Deb le plantea un nuevo código con nuevas reglas: la primera y segunda: serán totalmente sinceros entre ellos y cuando Dexter sienta esos impulsos incontrolables, llamará a su hermana sin importar lo que suceda.

Como historia secundaria, un recluso asesino aparentemente arrepentido de sus actos brinda información sobre dos cuerpos que enterró en una zona de la ciudad en el pasado y hasta allí va Dexter con todo el equipo, sólo para encontrarse con un sujeto que bien podría ser él en unos años. Si bien al principio el hombre le da esperanzas de que puede cambiar y volverse normal, termina comprobando que en realidad seguía siendo la misma persona sin remordimientos ante la muerte.
Además LaGuerta ( Lauren Vélez) sigue husmeando sobre esa muestra de sangre que halló en la escena del crimen de Travis y Batista ( David Zayas) y Quinn ( Desmond Harrington) tratan de resolver el crimen de Matthews investigando sobre los contactos de la mafia ucraniana que regentea los cabarets. Sin embargo, Quinn se hace amigo de una de las bailarinas, algo que puede no resultar del todo bien en un futuro.
Un incómodo acosador

El personaje de Louis ( Josh Cooke) siempre me pareció extraño y con varios secretos oscuros aún no develados. Lo que sí sabemos, más después de estos dos episodios, es que quiere arruinarle la vida a Dexter. Ya le había enviado el brazo del Asesino del Camión de Hielo y cancelado sus tarjetas de crédito, algo que Dexter descubre cuando ingresa a su departamento a espaldas de Deb, a quien ha drogado para que duerma profundamente.
Louis llega a su hogar y Dexter no puede frenar sus impulsos: le inyecta su calmante y lo carga en el auto. Pero en algo parecen haber influido las charlas y actitudes de Deb y la llama antes de que sea demasiado tarde, para dejar a Louis dormido en un banco de plaza.
¿Tendrá alguna posibilidad de recuperación, Dexter? Según Harry, sus impulsos estaban tan arraigados y desde una edad tan temprana que es imposible anularlos. La verdad no lo creo, puede pasar un período en el que las cosas salgan como quiere Deb, pero tarde o temprano sucumbirá a su Oscuro Pasajero, sobre todo si Louis sigue desafiándolo de esta manera.
Veremos qué sucede la semana entrante, en un episodio que se titula Buck the System.






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