Un llamado a pelear que divide a la familia en Dallas [Crítica 2x12-2x13]

Me quede sin palabras y sin respiración en el momento que terminé de ver este doble episodio de Dallas. Es impresionante que todavía me siga sorprendiendo con las cosas que pasan en esta serie, pero es que realmente no se le acaban las ideas, y por sobre todo, siempre un paso delante del espectador.

En A Call To Arms (Llamado a las armas) y en Love & Family (Amor y Familia ), nos encontramos con que Cliff y Ryland avanzan cada vez más hacia la destrucción de los Ewing. A su vez, ellos tienen importantes decisiones que tomar y cada una de ellas afectará de sobremanera al otro, porque en la guerra y el amor todo se vale.

Negocios son negocios

La verdad que llegaron para quedarse, la dupla que hicieron Cliff y Harris ( Mitch Pileggi) para acabar con los Ewing. Primero le embargan el terreno, más allá de la multa de T.E.S.H.A., ahora el vencimiento de un préstamo que habían pedido y que se hace imposible de pagar. Lo peor es que el banco se lo vendió a su enemigo número uno y piensa cobrarlo si o si a las 24 hs.

En el intento de salir a flote necesitan reclutar a alguien más que esté tras líneas enemigas y quién más que Pamela ( Julie Gonzalo). Si bien es un papel que le toca a John Ross ( Josh Henderson), que se nota que la quiere, por primera vez dice la verdad y no le creen. Aunque con el paso del tiempo, intenta que ella reaccione contándole sobre lo que su padre quiere hacer con la empresa, hasta que lo enfrenta y él se lo confirma a medias. Obvio que se cambia de bando, con un final fantástico.

Mientras tanto Cliff, Harris y el Gobernador se viven reuniendo en secreto, por supuesto, ya que este último está muy preocupado con el asunto de que los Ewing lo apretaron para que se saliera del asunto. El primero rebosa de una alegría estúpida, aún cuando no toma posesión del mismo y cree que ya ha ganado, sólo faltan algunas cosas. Lo cual es precisamente lo que necesita el bando contrario. Inclusive Ryland está nervioso, porque sabe que no se van a quedar quietos.

Bobby ( Patrick Duffy) por más que lo intentó, no logró conseguir que la empresa cayera en manos de Cliff, sin embargo al final, cuando le da las llaves de la compañía, se va alegre porque seguro que algo tienen entre manos.

Amor y Familia

El amor más duro viene de la familia y también las verdades, quedando totalmente demostrado en este capítulo. Por un lado tenemos a Emma ( Emma Bell) convirtiéndose en una drogadicta, adicción que encima es alimentada por su padre. Menos mal que Ann ( Brenda Strong) despierta tomándose su papel de madre en serio.

Otro caso totalmente diferente es Christopher ( Jesse Metcalfe), ya que apurado por salvar la compañía intenta lo imposible para encontrar a su madre y toma la decisión de declararla muerta para obtener las acciones de la empresa. Lo que no sabía era que iba a tener que viajar hasta Suiza para descubrir si su madre está realmente viva y pedirle ayuda.

¿Quién dice que los malos no se enamoran? Esa parece una gran historia de amor entre Pamela y John Ross, me pareció increíblemente romántico que ella cayera en la lluvia a decirle que estaba con ellos para hacer caer a su padre. Me encantó, y que terminaran casándose, mucho mejor todavía.

El mayor problema lo tuvo Elena ( Jordana Brewster), al tener que elegir entre su familia y su amor, ya que Drew ( Kuno Becker) le cuenta todo lo que sabe sobre Ryland, la bomba en la plataforma, todo. Un gran testigo, pero decide huir para buscar a quién lo contrato, no está claro en qué términos si amistosos o malos. Ya lo sabremos la semana que viene.

Creo que ya lo dije anteriormente, me he enamorado de la serie, de la historia principalmente. Porque todo pasa rápido y no tengo que esperar, además siempre terminó sorprendiéndome, que ya no de muchas series puedo decir lo mismo.