Todos quieren ser Nick en Grimm [Crítica 2x10]

Una nueva e inesperada amenaza aparece en la ciudad para poner en riesgo la confianza que Nick ha conseguido por parte del mundo Wesen en el nuevo episodio de Grimm, titulado The Hour of Death.

¿Un nuevo Grimm en la ciudad?

El episodio se desarrolla en una forma algo extraña a la que acostumbramos a ver en esta serie, comenzando por el inicio donde el caso del día se plantea con Nick ( David Giuntoli) soñando con él mientras aún duerme en un sofá para no incomodar a su ¿novia? Juliette ( Bitsie Tulloch). Un secuestro mantiene en vilo a toda la policía, pero pronto los agentes obtienen pistas para atrapar a un sospechoso, aunque aparece muerto luego de develar el lugar donde la muchacha se hallaba secuestrada.

Al parecer el autor del crimen se siente orgulloso del mismo y deja unas extrañas marcas en el cuarto y sobre el cuerpo de su víctima.  Las cosas, sin embargo, comienzan a ponerse raras cuando Nick es alertado por Monroe ( Silas Weir Mitchell) y su nervioso vecino Bud ( Danny Bruno), quienes reconocen esos símbolos y le cuentan acerca de unos maliciosos Grimms que en la actualidad torturaban y asesinaban a cualquier Wesen que se encontraran por el camino.

Nick decide mantener la calma y convence a los que saben de su condición de que hará todo lo posible por hallar a este sujeto, cuando una nueva muerte acontece: un cómplice del secuestrador nuevamente es asesinado justo después de ser liberado dentro de la estación de policía. Por suerte para los protagonistas de esta serie, las pistas son más que contundentes: el asesino está entre ellos y conoce muy bien los movimientos de los detectives.

Un atento sargento Wu (Reggie Lee) descubre la identidad del sujeto gracias al reflejo de un vidrio tomado por las cámaras de seguridad y he aquí la sorpresa: el simpático y a veces torpe interno Ryan ( Michael Grant Terry) es en realidad un Wesen con –graves- problemas de personalidad quien reniega de su condición y se imagina un Grimm como su ídolo, el Detective Burkhardt.

Relaciones peligrosas

Durante toda la temporada se ha especulado acerca de los efectos del hechizo bajo el que se encuentra Juliette – y el Capitán Renard ( Sasha Roiz), quien está obsesionado con ella- y en los últimos episodios las cosas entre ambos se han complicado sin saber muy bien qué es lo que les sucede. Finalmente en esta capítulo su acercamiento ha llegado al límite y en una visita del Capitán a la casa de Juliette para devolverle unos anteojos, ambos de besan…. dos veces. 

Juliette al hacerlo se da cuenta que fue él quien la salvó, pero su reacción es de desconcierto y, suponemos, sus dudas acerca de los sentimientos que ese hombre le despierta aún son muchas. No deja de darme algo de pena por Nick, quien no parece darse cuenta de lo que sucede entre su superior y Juliette. ¡Esperemos que haya algún remedio para ese hechizo!

Hasta la semana próxima, tendremos que conformarnos con un adelanto del próximo episodio, titulado To protect and serve man, el anteúltimo del 2012.