Lo que vimos el domingo en el episodio llamado The Grove fue probablemente lo mejor de la cuarta temporada de The Walking Dead, si no fue lo mejor de toda la serie. Un capítulo notablemente estructurado desde el argumento y los recursos visuales, hasta la banda sonora; una hora de intensidad de principio a fin.
The Walking Dead: obituario para la inocencia [Crítica 4x14]

Además, The Grove profundiza en otra de las temáticas pilares de esta cuarta temporada: la muerte de la inocencia. No hay lugar para la niñez en The Walking Dead, ya habíamos visto lo que sucedía con Carl, esta semana le tocó a las pequeñas hermanas Samuels… pero con un final totalmente diferente.
El impacto del mensaje que nos deja este último episodio es comparable al de ver un cachorrito ahogándose en el mar.
[Alerta de Spoilers]

Maldad en el cuerpo
Para quienes hayan leído el cómic de The Walking Dead quizás el desenlace final del episodio no les haya tomado tanto por sorpresa. En definitiva, Lizzie ( Brighton Sharbino) es una contraparte del personaje de Ben en el cómic, por lo que su accionar seguramente no sorprendió a nadie que haya leído el volumen de Fear The Hunters. De todas maneras, el episodio es valioso por sí mismo, aún para quienes pudieran sospechar lo que se avecinaba, de hecho, ¿quién no sospechaba de la demencia de Lizzie?, ¿había que leer el cómic para anticiparse a los hechos? Por supuesto que no.
Y ahí está el fuerte del episodio. Independientemente de los giros argumentales, cuando la forma en que los acontecimientos están narrados supera a lo que sucede en sí, estamos ante un producto de calidad.

La narración
La televisión es un medio donde lo visual prima por sobre lo anecdótico, por lo que de nada sirve contar una buena historia si se carece de los recursos adecuados para contarla. En el caso de The Grove ambos elementos se conjugan como no ha sucedido a lo largo de esta cuarta temporada: a la crudeza del guión se suma el punctum fotográfico que inmortaliza en la retina del espectador ciertas escenas claves.
La primera se trata del asesinato de Mika ( Kyla Kenedy) a manos de su propia hermana. Pocas veces he visto el morbo tan bien representado como en esta escena. A las manos ensangrentadas de Lizzie y su mirada perdida hay que sumarle la toma de Judith haciendo de contrapeso simbólico entre la inocencia y la locura.

De aquí en más el episodio se vuelve un torbellino. La escena donde Carol ( Melissa McBide) sacrifica a Lizzie en nombre de la supervivencia es una referencia directa a la célebre novela Of Mice and Men, donde George mata a Lennie para acabar con su sufrimiento. Este es otro de los puntos más altos del episodio, y que será clave para entender lo que sucede al final.
Vaya sorpresa nos tenía deparada la historia cuando al final Carol revela ser la asesina de Karen y David, algo que ya habíamos descartado una vez que los guionistas comenzaron a profundizar en Lizzie. La acción de Carol acabando con el infierno mental de la pequeña fue suficiente para que Tyreese ( Chad Coleman) comprendiera los sacrificios que requiere la supervivencia, concediendo así un acto cristiano de perdón.
Dato curioso: ¿Y el humo que aparece durante todo el episodio?, seguramente sea de la casa prendida fuego por Daryl ( Norman Reedus) y Beth ( Emily Kinney), lo que significa que los grupos están cada vez más cerca.
Puntaje 10/10: No hay un punto débil en The Grove. De principio a fin, fotografía, música y guión se conjugan armónicamente en una intensa sinfonía del horror.






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