Intepretar a Negan, el villano más odiado de los últimos tiempos, tiene sus consecuencias detrás de cámaras de The Walking Dead. Y lo mismo ocurre con Rick, el héroe de Alexandria, quien también sufre la frustración de su sometimiento en el rodaje de la serie.
The Walking Dead: Jeffrey Dean Morgan y Andrew Lincoln disfrutan del sufrimiento del otro


Pero tranquilos, aunque ellos disfrutan de ver cómo el otro sufre las consecuencias de la relación tensa y dramática de sus personajes, los actores disfrutan del proceso y se llevan muy bien.
De todas maneras, veamos qué ocurre realmente entre tomas.
Soy Negan, y te va a doler

Hace algunos días, supimos que Andrew Lincoln (Rick) no pudo ocultar su satisfacción cuando Jeffrey Dean Morgan sufrió un calambre intercostal durante un ensayo. Así reaccionó Lincoln:
“El otro día él estaba sonriendo tan exaltado que le dio un tirón en un músculo de las costillas [...] Se dobló del dolor. Pensé, '¡sí, toma eso, hijo de puta!'. Todos lo disfrutamos. Nadie fue a ayudarlo”.
La razón para que esto sea así es que Jeffrey Dean Morgan está haciendo un gran trabajo al interpretar a villano más odiado de la serie. Según dijo a Entertainment Weekley, Negan no solo tiene como propósito minar la voluntad y fortaleza mental de Rick en el mundo de la ficción: Morgan también disfruta de la frustración de Lincoln cuando dejan de filmar:
“Sé que estoy haciendo bien mi trabajo cuanto más loco se vuelve Andy Lincoln. Entonces, si fuera de cámara, entre toma y toma, grita e insulta, sé que Negan y yo estamos haciendo nuestro trabajo, y lo sacamos de quicio. Por supuesto, después vamos, nos disculpamos y volvemos a ser amigos luego de filmar, pero ha sido intenso. Y divertido”.

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Claro que la diversión va más allá de molestar al resto del elenco, como aclara Morgan:
“Nunca me divertí tanto interpretando a un personaje [...] leer el cómic y darle vida ha sido increíblemente desafiante. Y amo ese desafío y ver la reacción del elenco”.
Definitivamente, él la pasa bien. Mientras tanto, Andrew Lincoln y Norman Reedus soportan lo que tienen que soportar, pero con una gran recompensa: según The Hollywood Reporter supimos que ambos actores sobrevivirán a la temporada 7, ya que firmaron un nuevo contrato que les hará ganar respectivamente 650 000 y 550 000 dólares por episodio durante la temporada 8.
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