Segunda entrega de la temporada 7 de The Big Bang Theory y, en definitiva, una notable mejoría en el rendimiento de la trama, en comparación con el tibio arranque de esta nueva era. Mejores diálogos, mejores situaciones y el retorno del antiguo ‘bromance’ entre Howard y Raj, nos dejan con un mejor sabor de boca.
The Big Bang Theory: regresan los viejos romances [Crítica 7x02]

Shamy contra Lenny
Leonard (Johnny Galecki) regresa antes de tiempo a casa y, en complicidad con Penny (Kaley Cuoco), se oculta en el apartamento de ella para estar unos días a solas, desatando las sospechas, primero, de Sheldon (Jim Parsons) y luego de Amy (Mayim Bialik). Esta divertida situación, sin embargo, dura poco, ya que Cooper y su novia los descubren.

Hubiera sido interesante dejar que el misterio de aquel extraño acompañante en el apartamento de Penny durara más, pues aportaba mayores risas a la historia, que la actitud de Sheldon cuando se entera de la verdad y entra en sus habituales exageraciones.
Amy Farrah Fowler llega a ser un gran aporte como compañera de “aventuras” y sería interesante verla más seguido así, y no solo como la sufrida novia de Sheldon.
Mejora la relación entre Penny y Leonard, pero cada vez queda más claro que las personalidades de ambos están cambiando. Es cosa de guionistas, pero ojalá que la esencia de ambos personajes no se pierda por tratar de dársele un nuevo giro a esta historia.

El regreso del dúo dinámico
Tal vez la mejor parte de este capítulo la protagonizaron Raj (Kunal Nayyar) y Howard (Simon Helberg) y un ‘bromance’ que ya parecía perdido por culpa de Bernadette (Melissa Rauch). Fue cómico ver a Wolowitz transformado en un hombre sensible y llorón, por efecto de los estrógenos de su madre. Una buena excusa para introducir de nuevo a Raj en el medio.
La mejor escena, sin duda, el mutuo tocamiento de ambos y la cara de póker de Bernie al ver esto. El mejor diálogo “¿Sexo, en serio? ¿Así lo solucionas todo?” de Howard a su mujer. Hilarante.

Puntaje: 8.5/10. La serie se reivindica, pero aún nos quedan a deber por la falta de referencias geek y datos sobre ciencia, que siguen brillando por su ausencia. El romance sigue siendo prioridad, pero al menos esta vez estuvo mejor llevado.






