Los celos nunca son los mejores consejeros, pero a veces una buena pataleta puede darnos resultados, o sino que lo digan Sheldon Cooper ( Jim Parsons) y Raj Koothrappali ( Kunal Nayyar), que en el último capítulo de The Big Bang Theory: The Proton Displacement hicieron hasta lo imposible para no sentirse desplazados por sus mejores amigos, aunque por diferentes motivos, pero ambos con final feliz. Mención aparte merece la actuación de un Bob Newhart, que esta vez estuvo mucho mejor ensamblado con el elenco que en su debut en la serie.
The Big Bang Theory: Amigos y rivales [Crítica 7x07]

Manzana de la discordia
A diferencia del resto de personajes, Sheldon tiene la ventaja de poder actuar unas veces como un robot y otras como un niño, y verse creíble en ambos casos. Esta vez lo vimos como un niño al que le dejaron de lado por culpa de su amigo. Es ahí donde cobra importancia el personaje de Arthur Jeffries, profesor Protón (Newhart), pues se convierte en objeto de disputa entre Cooper y Leonard ( Johnny Galecki), y desarrolla un storyline más consistente. Cosa que no vimos en el episodio The Proton Resurgence [6 x 22], donde todo era elogios para el veterano científico y no pudimos ver una historia más interesante.
Y mientras Sheldon y Leonard se disputan la amistad de Arthur, también entra en escena Bill Nye, como amigo “consuelo” de Shelly, un hecho que reforzó la trama, pues creó otra rivalidad con Jeffries. Bien jugado.

El lugar de Raj
La otra escena de celos vino por parte de Raj, quien aún sin lugar en la serie, busca un espacio entre las chicas y se ve desplazado por Howard ( Simon Helberg) y sus aparatos tecnológicos, lo que da lugar a una rabieta existencial y la reconciliación. Momento bromance en el episodio coronado por el comentario de Amy ( Mayim Bialik): “ellos tendrán sexo antes que Sheldon y yo, lo sé”.
En particular me quedo con dos escenas: la primera en el laboratorio, cuando Jeffries le pregunta a Leonard por qué es amigo de Sheldon si los demás lo encuentran tan molesto y este le responde: “supongo que lo necesito”. Fue conmovedor a menos que esté pecando de cursi. La segunda escena es la del regalo de Raj a Howard y el reto de las espadas. Momento clásico.

Puntaje: 8.5/10. Historias bien ensambladas, no sobrecargadas y humor efectivo.






