Supernatural: Don't you cry no more [Crítica 9x01]

¡Supernatural volvió! ¡Supernatural volvió! Y aunque no nos regaló su ya clásica canción de apertura y cierre... ¡Supernatural volvió! Creo que todos aquellos que seguimos a Supernatural lo hacemos con un amor casi ciego, alimentado por las últimas 8 temporadas. 

No estoy segura que alguien no reconozca que la serie ya no es la misma, pero cuando aún así estás esperando el estreno de la nueva temporada con ansias y ver ese episodio implica todo un ritual. Cuando festejas cada uno de los guiños que a lo largo del capítulo nos hacen a los fanáticos, es ahí cuando es necesario que reconozcas que estás mirando de frente y a los ojos a un verdadero amor seriéfilo.

¿Dónde nos quedamos?

En el último episodio de la temporada 8 de Supernatural vimos a Sam ( Jared Padalecki) y Dean ( Jensen Ackles) intentando cerrar el infierno y a Castiel, por su lado, intenta cerrar el cielo. 

Nada de esto sucede, ante el descubrimiento de que si Sam termina la última prueba él moriría y la traición que sufre Castiel ( Misha Collins) en manos de Metatrón (Curtis Armstrong), quién en búsqueda de la venganza por el destierro que sufrió, hace que todos los ángeles del cielo caigan al estilo lluvia de meteoritos.

Entonces tenemos a Sam en coma y a punto de morir y a miles (millones) de ángeles desterrados que buscarán vengarse de Castiel o ayudarlo a restablecer el orden en el mundo.

Y suena esa musiquita...

Sam, como buen hermano mayor, busca rescatar a su hermano que está entregado y aceptó lo inevitable: que va a morir. Pero busca la confirmación de que esto sea definitivo y no pueda (nadie nunca jamás) ser rescatado de la muerte.

¿No les fascina cómo Supernatural constantemente incorpora mitos - leyendas - figuras religiosas (de diferentes religiones) con soltura y tan adecuadamente? Creo que es esto y la química entre los hermanos Wintchester fue lo que inició mi fanatismo con la serie.

Y este primer episodio de la temporada 9 de Supernatural no hubo excepción, todo el proceso de la muerte de Sam, tanto como la aparición representada en Bobby y Sam de su pulsión de muerte y su pulsión de vida, hicieron de este episodio una nueva joyita de Supernatural.

Puntaje: 8/10. Tanto desde la trama, como desde los efectos especiales (Admitamoslo: El ángel que acompaña a Castiel, destrozado post - accidente de auto fue genial) generan que sea un gran episodio de inicio de temporada. Además, y no poco importante, tenemos las cartas sobre la mesa para entender de qué va esta temporada. Necesitamos recuperar a Sam y luchar contra los ángeles caídos.

Pero por ahora, elevemos voces y cantemos todos juntos: " Carry on, my wayward son for there'll be peace when you are done..."