Sorpresa en The Following [Crítica 1x06]

Cuando uno se enfrenta a una historia de ficción, por ejemplo a una serie de televisión, es necesario que se predisponga a suspender su incredulidad (lo que en inglés se llama “ suspension of disbelief”) en pos de disfrutar de una buena historia. Esto quiere decir que uno debe aceptar las premisas de la historia, la trama, los personajes y los elementos que desencadenan la acción, aunque todo eso sea poco probable o directamente imposible en la realidad (un perro que habla, por ejemplo).

Pero aún así, los elementos que se incluyan en la historia necesariamente tienen que ser coherentes con su lógica interna, sonar plausibles y justificados por lo que hemos visto anteriormente o por la premisa planteada.

En los últimos episodios de The Following, sobre todo en este 1x06 The Fall, por mucha voluntad de suspender la incredulidad que uno pudiera tener, fue la lógica interna de la historia la que falló y eso dio como resultado una historia que, aunque sorprendente, fue muy poco creíble y prácticamente fastidiosa. The Following dejó de lado toda coherencia con el único fin de sorprender.

Las malas decisiones

En el episodio anterior vimos como el agente Ryan Hardy ( Kevin Bacon) lograba introducirse a la casa en la que el trío de seguidores de Joe Carroll ( James Purefoy) mantenía cautivo a Joey ( Kyle Catlett), el hijo del propio asesino y de Claire ( Natalie Zea).

Antes, el niño había tomado todas las malas decisiones que podía tomar, porque para eso es niño, pero también se desenvolvieron muy mal Claire (que se escapó de sus propios custodios para subirse en una camioneta con uno de los hombres del asesino), el agente que acompañó a Hardy (que resultó muerto) y el propio Ryan Hardy. De modo que finalmente, en el momento en el que Ryan ve por primera vez a Joey, es sorprendido por Paul ( Adan Canto) que le apunta con una pistola desde atrás. 

Allí terminó el episodio, así que en éste vemos cómo la inexperiencia de Paul y Jacob ( Nico Tortorella) generan momentos de bastante tensión, incluso cuando Hardy está totalmente indefenso y le apuntan con un arma en la cabeza. Ryan dice que en realidad no le importa morir porque él lo que quiere es rescatar a Joey (es que ama a la madre y no puede ver como sufre por su hijo, etcétera) y, en definitiva, la casa ya está rodeada y ellos no van a salir de ahí. No vivos al menos.

Esta actitud desinteresada de Hardy, sumado a los comentarios que comienza a hacer acerca de la relación de los tres, paraliza a Paul y a Jacob; es recién cuando llega Emma ( Valorie Curry), convenientemente con una picana eléctrica, que logran cierta tranquilidad.

El gran escape

Luego de que el agente Hardy pasara casi todo el episodio atado en un sofá y haciendo comentarios sarcásticos y gestos faciales a la pobre Megan ( Li Jun Li), que lleva unos cuantos episodios maniatada, luego de que el equipo SWAT le tomara su tiempo llegar al lugar, luego de que ya cayera la noche, Ryan Hardy pudo soltarse, apuñalar a Paul y liberar a Megan, para ir en busca de Joey.

Aunque en medio de todo eso pudimos ver una conversación entre Emma y la agente Debra Parker ( Annie Parisse) que sirvió para introducir, mediante flashbacks y otros flashbacks dentro de flashbacks, la historia previa de la agente y justificar su atracción por los cultos (su familia pertenecía a un extraño culto que la obligaba a mantener relaciones con un hombre mucho mayor. Al igual que todos los “buenos” de la historia, la agente Parker posee un pasado oscuro y traumático). 

Luego de todo esto tenemos la siguiente situación: los tres seguidores de Carroll están rodeados por el FBI, por el SWAT, por la policía local, por la policía estatal y quizás algunos escuadrones más; uno de ellos está muy mal herido, mientras ella va con el niño en una camioneta.

¿Cómo resolver esta situación en la que están literalmente arrinconados? Fácil: con una agente local infiltrada y con dos personajes más que aparecen de la nada (aparecen de la nada no sólo al lugar al que al SWAT le llevó una hora llegar, también a la historia) y matan a un par de agentes del SWAT.

Esto basta para que Emma y Joey se escapen en una camioneta, mientras Jacob y Paul llegan a la ruta caminando (con Paul muy mal herido), a pesar de que supuestamente están rodeados (la agente Parker en un momento manda helicópteros). La explicación que luego nos dan los guionistas, mediante la agente Parker, es que los dos SWAT que murieron cubrían la salida por detrás, y por allí escaparon. 

Algo que noté después de presenciar esta increíble resolución, fue que a pesar de que la otra línea argumental del episodio, la de Claire en un sótano con otro seguidor de Carroll, podría haber sido más interesante y creíble, lo absurdo de los hechos principales terminan tiñendo todo lo demás de ridículo. Allí recordé la escena en que el ayudante de Carroll obsesionado con Claire (interpretado por Tom Lipinski) se golpea la cabeza contra una columna de metal y no pude más que reirme.

Puntaje: 5. Si uno espera encontrar acción, violencia sin sentido y sin explicación, tiros y sangre sin esperar nada más (quizás algo involuntariamente humorístico) The Following es perfecta.