Secretos y hechizos en Grimm [Crítica 2x07]

Luego del triste final del episodio pasado, las cosas se pusieron algo más alegres y divertidas en Grimm, aunque no por mucho tiempo.

Hank y Nick, más unidos que nunca

A partir de que Hank ( Russell Hornsby) se enterara sobre el mundo Wesen -del cual conoce algo nuevo cada día- él y Nick ( David Giuntoli) ya no tienen secretos y pueden trabajar en las investigaciones como un equipo al 100%. En este episodio, un aparentemente violento padre Dran-Zorn ha raptado a su hija de nueve años luego de atacar a su ex-mujer para llevársela a un escondite subterráneo que ha construido con sus propias manos.

En el camino hacia ese lugar, un empleado de la estación donde paran un momento resulta muerto y otro hombre que los ayuda en la carretera con un aventón es maniatado por el secuestrador a un costado del camino hasta que puede liberarse y dar aviso a la policía. Los detectives reciben el caso y cuando observan que se trata de un Wesen, deciden ir a investigar al tráiler, donde Hank aprende algo más sobre las armas y personajes de ese mundo y se entera que fue Monroe ( Silas Weir Mitchell) quien salvó su vida tiempo atrás, cuando Nick estaba internado.

Luego de reunir evidencia y hallar a la pequeña, se dirigen al hospital donde se encuentra la mujer atacada y allí se encuentran con el supuesto asesino en su habitación. Pero para sorpresa de ambos, la mujer lo defiende y se enteran que no fue él sino su hija la asesina y atacante de ella y otras personas, ya que se ha desarrollado a muy temprana edad y no puede controlar sus impulsos. Detrás de su tierna e inocente rostro, se esconde su verdadera personalidad y es encerrada en un refugio seguro hasta que sea mayor.

Un hechizo que comienza a traer complicaciones

Monroe protagoniza la escena más graciosa del episodio. A pesar de sus particularidades es un personaje que me gusta mucho y creo que es clave en la serie. El fiel amigo –por el momento- de Rosalee (Bree Turner) se encuentra al mando de su tienda mientras ella se encuentra fuera de la ciudad.

Todo va viento en popa e incluso las ventas han repuntado, pero le vende a un cliente con problemas de equilibrio una pócima hecha por él mismo en la cual confunde un ingrediente por otro. Las consecuencias por suerte no son nefastas, sino que cuando Monroe se dirige a la casa para brindarle el antídoto, se encuentra con que el hombre ha entrado en un estado alucinatorio y ha destruido y pintado parte de su casa con tintes psicodélicos. Un buen acierto de los autores, donde nos muestran más de este misterioso mundo paralelo.

Para el final, una noticia no muy buena nos espera. Adalind ( Claire Coffee) ha vuelto a ponerse en contacto con el Capitán  Renard ( Sasha Roiz) y furiosa porque ha salvado a Juliette ( Bitsie Tulloch), le comenta que su hechizo está surtiendo efecto. Al parecer él y Juliette han quedado de algún modo conectados por una obsesión parecida a un enamoramiento. A pesar de que Nick ha hecho grandes avances y Juliette parece estar enamorándose de él nuevamente, al besarse se le aparece la cara del Capitán, lo que la sume aún más en la confusión que padece.

Me da pena Nick, ¿cómo saldrán de esta con Juliette? Para calmar las ansias, el adelanto del próximo episodio, titulado The Other Side.