Revelaciones sorprendentes en Dexter [Crítica 7x08]

Finalmente los secretos entre Dexter ( Michael C. Hall) y Deb ( Jennifer Carpenter) salieron a la luz. En Argentina, la familia y el verdadero significado del hogar se replantean para muchos personajes y ciertas relaciones ya no serán las mismas.

El secreto menos pensado de Deb

En la temporada anterior las visitas de la Teniente Morgan a una terapeuta habían develado oscuros y raros sentimientos hacia su hermanastro y con lo acontecido últimamente, no estábamos seguros de qué tanto habían quedado enterrados en Deb o si habían cambiado luego de enterarse qué clase de persona era Dexter. 

He aquí una cuestión importante: ¿Acaso todo la protección que le está brindando a su hermano es producto de ello? Siempre comprometida con resolver crímenes y sacar la verdad a la luz, la joven policía llegó a pedirle que matara a Hannah McKay ( Ivonne Strahoski). ¿Qué tanto ha cambiado Deb? Claramente, como lo expresa durante la tensa discusión que mantiene con Dexter, al parecer ella estaría aún más complicada que su hermano en lo que a  personalidades y decisiones se refiere.

Resulta chocante decirlo, pero sí: Debra ama a Dexter y no sólo como un hermano. Por lo que cuando se revela la relación que Hanna está teniendo con él, no sólo la decepciona por lo que esto significa como profesionales de la fuerza de policía y confidentes, sino que realmente le ha roto el corazón.

La relación con Hannah sigue su curso e incluso cada vez se vuelve más intensa, algo que puede nublar el criterio de Dexter y más ahora con LaGuerta ( Lauren Vélez) pisándole los talones en su investigación. En una analogía entre el sentimiento de pertenencia y aquel sitio donde Hannah cree que se puede ser feliz, Argentina, la conclusión a la que se llega es que cualquier lugar puede ser Argentina. Para Dexter, sentirse en casa depende con quién uno se sienta a gusto, incluso teniendo a una hermosa familia, lo que debería ser suficiente.

LaGuerta se pone peligrosa

Ya hemos visto lo corrupto que puede ser Quinn ( Desmond Harrington) y aunque a veces quiera hacer lo correcto, parece estar destinado a fracasar en sus intentos. Ya está ligado indefectiblemente a la Hermandad Koshka y ahora vuelve a lo que solía hacer: precisamente no hacer nada cuando un hecho ilícito pasa delante suyo.

LaGuerta sigue adelante con su investigación y su esfuerzo está comenzando a dar sus frutos en torno a un sospechoso, quien no es otro que Dexter. Una segunda casualidad es descubierta por ella cuando encuentra que su forense tiene un lindo yate y con lo perspicaz que es, no faltará poco para que descubra otras pruebas. Quizás esto se ha vuelto más peligroso que la amenaza constante de Isaak ( Ray Stevenson), quien resulta ser -¿quién no lo sospechaba?- un amante despechado en busca de venganza.

En el adelanto del siguiente episodio puede vislumbrarse algo de lo que está por venir: