'Red': el tabú de la menstruación y otras 5 metáforas sobre la pubertad en la película
La cinta animada 'Red' por fin llegó a la plataforma Disney+ y ha tenido una gran respuesta del público, pues toca temas inusuales a los que cualquier adolescente se enfrenta durante su crecimiento personal y mental.
Con una trama donde una niña se transforma en un enorme panda rojo si libera alguna emoción fuerte, Pixar dejó en claro lo difícil que es ser adolescente y maneja diversas metáforas a través de este animal que, más allá de ser una maldición, resultó ser todo lo contrario para la protagonista.
La llegada de la menstruación
Ninguna cinta animada de esta casa productora había tocado el tema de la menstruación, considerado tabú en décadas pasadas. Si bien es un proceso normal por el cual pasan todas las mujeres, 'Red' es el claro ejemplo de que existen diversos cambios físicos y muchas veces eso puede causar pena, haciendo que las emociones estén más intensas que nunca. En esta narración se manifiesta en una transformación inusual, pero aun así logró que miles de mujeres se sintieran identificadas.
El panda rojo también manifiesta el valor de expresarse
Como se vio en la cinta, Meilin trata de ser la hija perfecta que su mamá espera al sacar buenas calificaciones en la escuela y ayudar en el negocio familiar. Casi nunca expresa sus verdaderos sentimientos para no lastimarla o hacerla enojar; sin embargo, al transformarse en panda la protagonista cobra valor de decir y hacer lo que realmente piensa, lo que no había podido hacer.
La apariencia no lo es todo
Otro punto de identificación con Meilin fue cuando, al llegar la transformación del panda, creía que no iba a poder encajar con sus amigas más cercanas, pero ellas le demostraron que la querrían sin importar su apariencia y eso también la ayudó a mantener la calma. Sabía que tenía un lugar seguro.
El panda es la aceptación de uno mismo
En un momento de la cinta se descubre que volverse un panda rojo tiene una cura, la cual consiste en cerrar la transformación en un objeto para que se quede en ese lugar y no salga.
Aunque Meilin acepta en un principio realizar un ritual para lograrlo, después se da cuenta de que no es lo que desea en realidad y desea conservar a su panda, ya que se vuelve parte de ella. Contenerlo significa negar sus emociones y no aceptarse tal y como es. Por lo tanto, la película deja un poderoso mensaje sobre el amor propio.
Las crianza no cambia sin romper patrones
La cinta plasma cómo la crianza resulta generacional, debido a que Meilin se percata que su mamá sufrió la misma presión que ella por su abuela. La adolescente logró que su familia dejara de ser tan estricta mediante la empatía, rompiendo el ciclo dando paso a una relación más sana.
Complacer a otros no es felicidad
La protagonista aparenta estar contenta con su vida; sin embargo, poco a poco entiende que tratar de ser perfecta y cumplir las expectaivas de su familia no es lo que realmente la hace feliz, así que con ayuda de su transformación en panda encuentra su verdadera escencia y prioridades.