Recordamos Tropa de Élite: ¿el mejor drama de acción latinoamericano o propaganda “fascista”?

La policía irrumpió con hostilidad a la favela Pavão-Pavãozinho en Copacabana, aunque sin demasiado éxito. ¿Su objetivo? Recuperar la camioneta con 90 armas (30 de ellas reales) apostada en la colina de Chapéu Mangueira, uno de los escenarios de filmación de Tropa de Élite.

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Ese “ hecho curioso” parece una analogía de la trama de la película dirigida por José Padilha y protagonizada por Wagner Moura, quienes años después volverían a juntarse para impactarnos con Narcos, la serie de Netflix.

Imagen Netflix

El crudo filme brasileño que combina la guerra contra las drogas, la violencia y la corrupción fue estrenado en 2007 y se centra en el BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) de Río de Janeiro; un escuadrón sanguinario, abusivo y violento, pero con miembros tan humanos como el crimen lo permite.

De inspiración propia

Al guionista nominado al Oscar, Braulio Mantovani, se le asignó la dura tarea de convertir el libro Elite da Tropa, del sociólogo Luiz Eduardo Soares, en una historia digna de la gran pantalla.

Mantovani se centró en la parte humana; las personas tras el uniforme. Ya el libro contaba con la colaboración de Rodrigo Pimentel y André Batista, dos miembros retirados del BOPE, así que la trama giró en torno a los oficiales.

El capitán Roberto Nascimento es el protagonista y narrador de la película; un hombre casado con su trabajo pero cuyas responsabilidades en casa empiezan a tomar preponderancia. Con su esposa a punto de dar a luz, Nascimento solo quiere retirarse del BOPE, pero no puede hacerlo sin dejar a alguien a cargo.

Es aquí cuando Neto (Caio Junqueira) y Matías (André Ramiro) entran en juego. Oficiales de la Policía Militar, quedan impresionados ante la fuerza de Nascimento, quien los salva de la muerte luego de que el terror se adueñara de una favela. Amigos de la infancia, ambos son muy distintos: Neto es un policía de corazón, pero peca de actuar antes de pensar; Matías es más pragmático, pero realmente tiene la intención de convertirse en abogado y mantener una vida ajena a su trabajo policial.

El personaje de Matías está basado en André Batista, mientras que Nascimento representa a Rodrigo Pimentel. Para darle más realismo a la historia, una parte de la película fue filmada en los espacios de la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro (PUC) a la que acudió Batista.

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Es interesante saber que, originalmente, Neto y Matías serían los protagonistas de la historia, pero tras ver el material completo, Padilha y Mantovani quedaron impresionados ante el trabajo de Wagner Moura en el papel de Nascimento, así que decidieron enfocar la película en él.

André Ramiro era ajeno a las cámaras. Un amigo le sugirió su nombre a quienes se encargaban del casting de la película y ganó el importante papel, mientras que Caio Junqueira luchó por interpretar a Neto, un rol para el que, originalmente, fue considerado muy “viejo”.

Muchos premios, piratería, y polémica

La película fue bien recibida por la crítica y la audiencia, mucho antes de su estreno.

Casi tres meses antes de ser llevada al cine rondaban copias ilegales en las calles de Brasil al ser robada de la Company Drei Marc, la empresa que se encargaba de hacer los subtítulos.

Esta versión fue diferente a la estrenada en el cine. La final tiene una escena extra y la narración es diferente, aunque el director nunca afirmó que se debiera a la “fuga”.

Se estima que la película pirata fue vista por tres millones de personajes; seiscientas más de las que la vieron en el cine. A pesar de esto, es la película más taquillera en la historia del Brasil.

Fuera de sus fronteras también les fue muy bien. El filme ganó el Oso de Oro en la edición 58 del Festival de Cine de Berlín como Mejor Película; también se llevó el Cóndor de Plata a Mejor Película Iberoamericana y el Trofeo Spóndylus en el 12º Encuentro Latinoamericano de Cine.

De todas maneras, muchos críticos dijeron en su momento que Tropa de Élite es una película fascista... Basta una búsqueda en Internet para comprobar que muchos así la califican.

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Sin embargo, Jose Padilha piensa de otra manera sobre el asunto:

“Hay formas más inteligentes de pensar los procesos sociales [que las películas de orientación marxista] y que no requieren de elegir entre la orientación de derecha o izquierda [...] Hago películas sobre sistemas sociales organizados [...] El cine es un gran medio para hacer posible el debate social”.

Incluso, señaló que en el film se muestra la hipocresía de la clase media y alta, y a los universitarios. Todos tienen una responsabilidad en esa realidad:

“El problema es que un montón de críticos e intelectuales se fumaron un porro antes de escribir su reseña. Un tipo como estos tiene que mirar la película y lidiar con su propia hipocresía, pero algunas personas no pudieron hacerlo. Etiquetar a la película como fascista es una forma de negar esa hipocresía”.

Y agrega:

“Lo que pasa es que la gente se acostumbró a la violencia [...] Están tan acostumbrados a las fallas del sistema judicial, la falta de castigo para los ricos, que cometer crímenes es socialmente aceptable[...] Demandan menos corrupción, pero también quieren beber, conducir a casa y luego sobornar a la policía que los detiene para que se olviden del asunto”.

¿Tú qué crees?

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