Preparando la acción en Game of Thrones [Crítica 3x01]

Finalmente luego de tanto tiempo podemos disfrutar de nuevos episodios de una de las mejores series de la televisión del momento, así que ahora vamos a ver y discutir algo de lo que ha ocurrido en este primer episodio de la temporada 3 de Game of Thrones, Valar Dohaeris, como lo haremos a lo largo de toda la temporada.

Este episodio de Game of Thrones reanuda todos los arcos argumentales vistos en el último episodio de la temporada anterior, y funciona a la perfección para volvernos a poner en la senda de los personajes que hacía ya un buen tiempo que no veíamos.

Al igual que el episodio anterior incluye múltiples argumentos paralelos pero ahora, en cambio, ya pasó el momento de calma y reflexión después de la batalla de Aguasnegras (y después de los eventos de la Casa de los Eternos para Daenerys) y es nuevamente hora de ponerse en acción, aunque en el episodio sólo vemos una especie de prólogo de lo que vendrá, una preparación de futuros escenarios.

Más allá del Muro

Como nos tiene acostumbrados Game of Thrones, la escena inicial de cada temporada incluye una buena dosis de terror y espanto y, en este caso, de manera similar al final de la temporada 2, volvemos a las montañas y la nieve con Sam ( John Bradley), ahora encontrándose con un cadáver decapitado a manos de un Caminante Blanco, al que luego ve acercarse a él con la misma intención.

Lo salva la aparición de Fantasma, el lobo blanco de Jon Snow que convierte al Caminante Blanco en una bola de fuego ardiendo en la nieve. Las cosas no andan nada bien para la Guardia de la Noche, por lo que planean volver al Muro. 

Más allá del Muro, Jon Snow ( Kit Harington) pasea asombrado por el campamento de los Salvajes acompañado por Ygritte ( Rose Leslie), pero no es bien recibido por los Salvajes que lo identifican, gracias a su atuendo, como un “cuervo” de la Guardia de la Noche.

Luego de una intimidante "bienvenida" por parte de Tormund Matagigantes ( Kristofer Hivju), llega a conocer a Mance Rayder ( Ciarán Hinds), en otra escena cargada de tensión.

Finalmente, Jon parece ganarse la simpatía del poderoso líder de los Salvajes con un contundente discurso, lo que nos lleva a preguntarnos cuánto hay de cierto en lo que dice Jon, si realmente duda de su pertenencia a la Guardia de la Noche y piensa cambiarse de bando o si, siguiendo la intención inicial, sólo intenta infiltrarse entre los Salvajes. En su discurso ante Mance Rayder sonó muy convincente, pero también muy convencido.

Sabemos que las cosas no serán nada fáciles para Jon Snow conviviendo con los Salvajes en un ambiente ajeno para él, en el que es un extraño, hay asombrosos gigantes y a nadie llaman alteza, pero al mismo tiempo cuenta con la agradable compañía de Ygritte, y los Salvajes poseen una civilización, si bien más primitiva en algunos aspectos, más libre y solidaria.

Desembarco del Rey

Para aliviar un poco la tensión de las primeras escenas aparece en acción Bronn ( Jerome Flynn), ahora convertido en caballero y disfrutando de algunos de los placeres terrenales que esto conlleva. Para Tyrion ( Peter Dinklage) las cosas tampoco van nada bien en Desembarco del Rey. Está atemorizado de que quieran matarlo y ha sido desplazado, despojado de poder y de toda clase de reconocimiento por su papel en la batalla, confinado a una oscura y pequeña habitación, luego de haber sido gravemente herido. Sólo cuenta con Bronn y Shae ( Sibel Kekilli).

Con su mezcla de coraje y despreocupación, Bronn casi se termina enfrentando a los guardias de la reina Cersei ( Lena Headey), pero finalmente nada pasó, solo que aprovechó la oportunidad de reclamar el doble de salario a Tyrion. 

Tyrion va a ver a su padre Tywin ( Charles Dance) para reclamarle lo que le pertenece por derecho, ya que él es el heredero natural, lo que da lugar a uno de los momentos más brutales del episodio, con Tywin desplegando toda su maldad ante Tyrion, lo que nos lleva a odiarlo un poco más.

Al otro lado del Mar Angosto

Daenerys Targaryen ( Emilia Clarke), sus dragones cada vez más grandes y su fiel escudero Jorah Mormont ( Iain Glen) van en busca de un ejército con el que recuperar el reinado de los Siete Reinos, con Daenerys algo reticente a adquirir un ejército de esclavos y Ser Jorah tratando de convencerla.

Fue muy interesante conocer al sádico líder de Bahía de los Esclavos y su ejército de esclavos que “ya no son hombres” y no le temen a la muerte. También lo fue que un brujo, haciéndose pasar por una niña, intentará asesinar a la Khaleesi, cuya muerte a manos de un escorpión fue evitada por Barristan Selmy ( Ian McElhinney), que reapareció y le juró lealtad a Daenerys.

En Rocadragón

En el episodio también nos enteramos que Ser Davos Seaworth ( Liam Cunningham) está vivo. Es rescatado por Salladhor Saan ( Lucian Msamati), el pirata que lo ayudó a reunir naves para el ejército de Stannis ( Stephen Dillane) en la batalla de Aguasnegras quien, reticentemente, también lo ayuda a regresar a Rocadragón a reencontrarse con el propio Stannis Baratheon.

Stannis está completamente sumido bajo la influencia de Melisandre ( Carice Van Houten) y no quiere escuchar nada de lo que diga Davos, así que todo parece terminar muy mal para él cuando intenta enfrentar a la sacerdotisa del fuego, esperemos que no enfrente el mismo destino que el resto de los prisioneros de Stannis, que han sido incinerados.

Algunas cosas más sucedieron en el episodio, sobre todo en Desembarco del Rey, donde las tensiones alrededor del poder y del nuevo escenario posterior a la batalla siguen creciendo, pero ya veremos cómo se van desarrollando en los siguientes episodios, en los que también nos resta ver qué ha sido de Arya ( Maisie Williams) y Bran Stark ( Isaac Hempstead-Wright), de Brienne ( Gwendoline Christie) y Jaime Lannister ( Nikolaj Coster-Waldau), entre otros.

Puntaje: 7. Un excelente regreso de Game of Thrones, atrapante y entretenido, que nos permitió introducirnos nuevamente en el universo de Game of Thrones mientras nos preparamos para la verdadera acción.