Nuevos capítulos de Black Mirror llegarán de la mano de Netflix

La serie británica Black Mirror, que habiendo extrapolado nuestros hábitos tecnológicos hasta llevarlos al extremo de lo perturbador y espeluznante —pero fascinante, al menos para ver por TV— y habiendo obligado ya en su primer capítulo al primer ministro del Reino Unido a tener sexo con un cerdo en la televisión en vivo, para salvar a una joven de la realeza, tenía todo para convertirse en un fenómeno mundial, pero el verdadero impacto global de la serie se dio recién cuando comenzó a ser transmitida internacionalmente, principalmente a través de Netflix y DirecTV.

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Originalmente, la serie fue emitida por el Channel 4 británico desde fines de 2011 y, siguiendo la sana costumbre de las series de ese país, Black Mirror cuenta con dos temporadas de sólo tres episodios cada una (episodios independientes entre sí y sólo relacionados temáticamente por su ambientación distópica y su extrapolación tecnológica), más un especial de navidad, que haciéndose eco del éxito de la serie fuera de fronteras, en especial en Estados Unidos, tuvo como protagonista a Jon Hamm (más conocido como Don Draper en Mad Men).

Ahora, Netflix sigue su incursión en la producción de contenidos propios y, según informa The Guardian, una nueva temporada de Black Mirror será realizada exclusivamente para esta plataforma de streaming web.

Estos nuevos episodios de Black Mirror se sumarán en el catálogo de Netflix a todos los episodios previos de la serie.

La negociación de los productores de Black Mirror con Netflix está en curso aún, pero lo más probable es que el acuerdo permita que la nueva temporada de la serie esté disponible para los suscriptores de Netflix en todo el mundo de manera simultánea. Por el momento no hay ninguna fecha de lanzamiento prevista.

Hay una cierta ironía en el hecho que una serie tan obsesionada con los peligros del abuso tecnológico como Black Mirror, encuentre su nuevo hogar en un servicio que es el abanderado tecnológico de la revolución televisiva y el principal propulsor del consumo maratónico de series. 

Ahora sólo resta esperar que un capítulo de la nueva temporada de Black Mirror tenga como protagonista a un suscriptor de un conocido servicio de streaming online que descubre cómo inyectarse la serie directamente al cerebro mediante un dispositivo USB. O algo por el estilo.

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