El día de la venganza llegó a este nuevo episodio de Dallas, ya que todo lo que J.R. pronosticó se está cumpliendo y lo peor es que no sé cómo van a salir de esta. Aunque están juntos y la unión no parece decaer en ningún momento.
Los malos se toman revancha en Dallas [Crítica 2x11]

“Let me in” (Déjame entrar) nos encontramos con que hay una conspiración para desacreditar a la compañía de los Ewing y todo parece encontrarse tal cual J.R. lo predijo, además los caminos parecen cerrarse. Mientras Christopher ( Jesse Metcalfe) y Pamela ( Julie Gonzalo) intentan sobreponerse al dolor de la pérdida, Drew ( Kuno Becker) consigue más problemas.
La conspiración aflora
Todo lo que dijo J.R. en su Obra Maestra se convirtió en realidad: la conspiración para acabar con los Ewing. Luego de la explosión en la planta de la compañía, y a pesar de que todos sabemos que fue Drew que puso una bomba, los culparon a ellos y les quitaron el pozo de donde estaban extrayendo el petróleo.
Lo peor es que se venía gestando desde la temporada pasada, porque que Sue Ellen ( Linda Grey) perdiera la elección también fue parte de eso, para tener al gobernador de parte de Ryland y Barnes. Eso gracias al dato que consigue Sue Ellen, a la que finalmente dejan entrar en todo el plan que tenía su difunto esposo.
Lo mejor es que, a pesar de todo, parece que se van a mantener unidos y la pérdida de los mellizos de Christopher los ha unido aún más. Por lo menos, ya no habrá más peleas entre ellos, sino que saldrán adelante juntos, porque si entre ellos se mataban, ahora hay un enemigo peor que les quiere sacar lo que es de ellos.
Por eso es que me encanta cómo han ido evolucionando las cosas en esta serie, ya que por más que J.R. se haya ido y siempre fue el malo, ahora hay otro mucho peor. Además han hilado las dos temporadas, que no muchas series pueden hacerlo de la mejor forma, realmente los felicito porque cada vez sube más el nivel de la historia.
Aunque me parece que han obtenido una ventaja que no habían visto antes, y es que encontrar o no a la madre de Christopher, pondría a los Ewing en una ventaja incomparable. Por lo pronto sólo resta esperar y ver qué pasará en el próximo episodio.

El amor, el corazón roto y las pérdidas
Christopher y Pamela cada uno lidiando a su propia manera con la pérdida de sus hijos, el primero enojado con todo el mundo, mientras que la segunda sumida en una gran depresión. Dejándolo perfectamente claro al comienzo del capítulo, mostrando a cada uno armando o desarmando el cuarto de los niños.
Me partió el corazón, si bien al final se juntan y lloran juntos, deberían haberlo hecho desde el principio. Y cómo le dijo John Ross ( Josh Henderson) a Pamela, todos en la familia están preocupados por ella, porque en realidad es lo más cercano que tiene. Ya que su padre, es el culpable de que perdiera los bebes. Me encantaría que se diera cuenta de que en realidad debería pasarse de lado.

En cuanto a Emma ( Emma Bell) su padre sigue presionándola, cómo no surgió efecto la presión a Drew, lo intenta con su hija y aparentemente resultó muy bien. Ya que lo secuestran y lo muelen a golpes, para que Harris vuelva a tener el poder de manipular a su hija cómo quiera. Obviamente, él no para de sentirse culpable de la muerte de los hijos de Christopher, pero no puede decirlo.
Resta ver cómo se van a ir resolviendo estos interrogantes y si finalmente Drew se hará cargo, aunque no lo creo, y si los Ewing podrán salir adelante o no después del embargo.






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