Los arrepentidos en The Americans [Crítica 1x12]

The Oath es el penúltimo capítulo de esta temporada, una muy buena antesala para el final de The Americans. Que rápido que pasó, eso es un buen síntoma, gracias a una exitosa trama, grandes actuaciones y la cuota justa de acción, mezclado todo con un poco de relaciones personales fuera de la historia, hicieron un excelente mix que hizo de la serie lo que es.

John Dahl es un gran director, sabe lo que hace y lo que quiere del capítulo, ya hablé de él en la crítica de Falling Skies, (de todas maneras, para los que no sepan tiene muchísima experiencia en series de todo tipo pero se destacó en Dexter), en esta ocasión hizo un buen manejo de la cámara y  del suspenso, algo fundamental para esta serie, espero que lo tengamos de vuelta. No voy a hablar mucho de esta dupla, ya que es la misma del capítulo anterior, Joshua Brand y Melissa James Gibson, buen equipo, buenos diálogos. Para el capítulo de final de temporada vuelve su creador Joseph Weisberg a los guiones, así que tenemos calidad garantizada.

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Una segunda oportunidad

Un capítulo que será eco del pasado, ya que vuelven varias cosas de capítulos anteriores a escena, por un lado, Viola ( Tonye Patano), la empleada doméstica que ayudó a poner un micrófono en el estudio del secretario de defensa de los Estados Unidos. Otra que se replanteará las cosas es Nina ( Annette Mahendru), debido a un nuevo ascenso de jerarquía en la embajada Rusa y a un emotivo juramento, hará repensar su posición de informante para el FBI, y una vez más intentará usar sus encantos para sacar información. Luego tenemos la triste pero necesaria historia de Martha ( Alison Wright), digo triste porque se aprovecharon de su soledad.

Lo que no se entiende bien todavía es en qué estado está la relación de Philip ( Matthew Rhys) y Elizabeth ( Keri Russell), ya que desde hace varios capítulos se nota el arrepentimiento de ambos por las acciones tomadas, pero inmediatamente vuelven atrás y quedan peor que antes. Este juego de tira y afloje seguro lo veremos terminar en el próximo capítulo.

Un capítulo más y se termina, una lástima, aunque confieso me gustan las temporadas de 13 capítulos, son la dosis justa que se necesita evitando los rellenos, de todas maneras los puede tener pero ya hay menos margen. Lo acotado del tiempo hace que desarrollen mejor la serie y sea más concisa. Ahora a la espera del final de temporada.